Una vez «confirmada la situación personal procesal del alcalde de Alicante», la asociación de jueces Francisco de Vitoria ha hecho algo tan cuestionable como retirarle la invitación ya enviada para que asistiera a los actos de su asamblea nacional que ayer comenzó en Alicante. Una decisión con la que este colectivo de jueces no sólo le hace un feo a la primera autoridad local (su anfitrión, en definitiva), y con ello a la propia ciudad, sino que se toma cuando la «situación procesal» de Gabriel Echávarri, por utilizar el mismo lenguaje políticamente correcto de sus señorías, es la de una persona con dos procesos penales en curso pero a quien no se puede negar el derecho a la presunción de inocencia. Máxime ellos. Faltaría a la verdad si les dijera que estoy sorprendida. Cuando hay jueces capaces de admitir el seguimiento de un detective a una chica supuestamente violada por cinco hombres sobre lo que hizo en los días posteriores a la presunta agresión, que dejen de invitarte a un congreso es una tontería. Máxime cuando el Ayuntamiento sólo ha cedido el castillo de Santa Bárbara para el cóctel de bienvenida. Imaginen que también hubiera invitado a los canapés.
