Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Francisco Esquivel

Tiene que llover

Francisco Esquivel

Los legajos también sitúan

No es mi intención molestar a nadie pero estoy en Valladolid, tierra de Soraya, virreina de Catalunya por encargo del gallego que nunca ha roto un plato

No es mi intención molestar a nadie pero estoy en Valladolid, tierra de Soraya, virreina de Catalunya por encargo del gallego que nunca ha roto un plato. No quiero que se me calienten tantos otros pero el primer nacionalismo de nuestras vidas se cruzó en la escuela gracias al mapa enrollable aquel en el que España figuraba de amarillo, entre un Portugal verde y una Francia malva. En fin, que quien esté libre de pecado... He sacado este recordatorio sobre la escenografía del aula de nuestra niñez de un artículo de Anastasio Rojo Vega, catedrático de Historia de la Medicina, que no solo se conformó con las tareas propias de su sexo sino que se entregó a la divulgación de tesoros escondidos, asomado a eso que algunos enclavan en la antigüedad como es el periódico. Que a nadie le entre un soponcio pero asisto a un homenaje in memorian al investigador en el Archivo General de Simancas, fundado por Carlos I en 1540, el primero y más antiguo de su género en... ¡la Corona de Castilla! Dios mío, me la estoy jugando. Voy a seguir apoyándome en el néctar de los legajos manejados porque, si siempre se ha dicho que viajar es una buena vacuna, no es el único método puesto que buceando en los archivos se adquiere una perspectiva que paqué. Ya en 2012, el profesor Rojo advertía: «Seamos modestos, la bronca entre Rajoy y Cataluña es, para los europeos de arriba, una simple anécdota desde que los fenicios dieron el nombre de Hispania a toda la península. ¡Esos españoles! La vida da muchas vueltas y, si uno camina hacia la Edad Antigua, verá con curiosidad cómo, en la época de los césares, los castellanos estábamos sujetos al gobierno de Tarragona, vamos, que en el momento del nacimiento de Cristo no éramos castellanos, sino tarraconenses». Historiadores y archiveros sitúan a Anastasio Rojo como una referencia en la especialidad, alaban su enorme generosidad y, pese a esa erudición o quizá por ella, destacan la humildad de no creerse nunca ni por asomo superior a nadie. Acabáramos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats