Tiene su encanto esta fórmula teatral con pianista, un par de intérpretes y unas canciones que transforman los pasajes en comedia musical romántica, donde hay algunas dosis de ternura y de irónica y suave comicidad. «El amor está en el aire... y aquí no hay quien respire», escrita y dirigida por Félix Sabroso, apunta en esa dirección aunque no dé en la diana plenamente. Los argumentos indagan en las relaciones de pareja y se apoyan en lo que indica el título de la ligera obra. Diversas e independientes fases como el reencuentro, una próxima cita para conocerse mejor, el anhelo de una relación madura y equilibrada, el sexo y ciertas asperezas, un vínculo casi idílico, las discrepancias ante el no tener un hijo, la rutina o el cansancio, el distanciamiento, la infidelidad, las culpas compartidas y la ruptura. Del «Muera el amor», de Rocío Jurado, se salta al «Vivo cantando», de Salomé, con música para karaoke en la fiesta del final. La vieja colección de temas musicales es amplia en este vehículo escénico que incluye diálogos cantados o breves pinceladas de una u otra canción. «Hoy tengo ganas de ti», «Yo también necesito amar» o «Te estoy amando locamente». Bibiana Fernández, con su figura y su particular timbre de voz, y Manuel Bandera acogen los papeles sin dejar de ser ellos mismos. El autor y director se orienta equilibradamente, sin excesos de ningún tipo, y es indiscutible el ingenio a la hora de hilvanar las populares canciones con los pasajes de ambos protagonistas. Cantan como si hablaran y destacan más a dúo. Fluyen «Hablemos del amor», «Yo no soy esa», «Tú me acostumbraste» o «Cómo han pasado los años» en un espacio suavemente coqueto, con el piano de Guillermo González. Y Bibi y Manuel, nombres, además, de los personajes. Los dos ofrecen aplomo y desenvoltura e intentan sintonizar con los espectadores en la medida que el texto de Félix Sabroso y las canciones permiten. «Contamíname», «Parole, parole», «Sapore di sale» o «Se acabó». Confiesan muy cerca del numeroso público, interpretando temas sin música, brevemente, y obtuvieron la absolución con muchos aplausos. El amor sigue en el aire es la continuación de esta comedia.
