Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

De natural, apacible

Para los que somos de natural apacibles, lo que está pasando en nuestro país empieza a tornarse insoportable. Después de haber asistido, prácticamente desde que era un púber a tantas conferencias, funciones teatrales con mensaje, tantos cursos de verano e invierno con discursos grandilocuentes construidos a base de grandes palabras, resulta que éstas pueden significar una cosa y su contraria. La civilizada y cosmopolita Barcelona, 25 años después del 92, es una bomba de relojería. DUI, 155, odio, sangre? Lo he comentado con amigos de aquí y de allá, que coinciden. Y se me ponen los pelos como escarpias. No sé dónde meterme. Por eso intento engañarme, hacer como si no pasara nada, y seguir instalado en la burbuja de quienes nunca me fallan: las músicas de Carlos Galilea y sus elefantes, películas como la nueva de Santiago Mitre, música como la que nos regaló Abel Moreno Gómez en la basílica de Santa María el sábado, 30 de septiembre. Y la agenda cultural de cada día, tan redentora.

Por ejemplo, los «Descubre?» que los primeros miércoles de cada mes organiza con la ilusión del primer día, y mira que lleva años, Juana María Balsalobre en el Mubag. Un autor, una obra, un conferenciante, y una hora medida de goce. Para quedarse con ganas de más. Un ciclo del Instituto Juan Gil Albert que, en paralelo, también se celebra en los pueblos de nuestra provincia, y cuyo último protagonista fue el pintor Pedro Marco en la Casa de Cultura de Villena. Esa que Pablo Lau, que también tuvo su «Descubre?» en el Mubag, bautizó como Kaku, y así, con este nombre pintoresco, se sigue conociendo hoy en día. El acto fue presentado por Joaquín Santo Matas, un gran conocedor de la capital del Alto Vinalopó. Que sabe amar sin disimulos todo lo nuestro. La invitada a destripar la personalísima obra de Marco fue María Gazabat Barbado, nieta del médico don Esteban Barbado, descendiente directa del mismísimo Nicolás Salmerón, pero sobre todo, y por eso fue la elegida para tal fin, trabajadora e investigadora en el Mubag.

Pedro Marco, viajero infatigable, villenero ciudadano del mundo, encontró hace décadas un paraíso en Tabarca, estableciendo con la isla una relación muy singular, que todavía perdura. María y Pedro, Pedro y María, tuvieron que repetir su actuación, como aquel que dice, a petición del público. En primavera celebraron el acto en un Mubag repleto. En otoño lo han repetido al pie del Castillo de la Atalaya. En una Casa de Cultura abarrotada. Que sucedan estos llenos en tales actos es motivo de alborozo. Y un bálsamo entre tanta desazón.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats