A principios de los años 90 Elda perdió la Institución Ferial Alicantina (IFA) que se realizaba en la ciudad, también sus Ferias del Calzado, aquello produjo una gran conmoción social de la que todavía hoy nos lamentamos los eldenses. Como consecuencia y ante la brutal pérdida para nuestro prestigio y nuestra economía, se trató de buscar compensaciones para la población. Tanto la Generalitat como la Diputación trataron de aportar recursos e ideas. Así se realizó el edificio del Museo del Calzado (que no de la fundación FICIA), así la propia Diputación entró en el patronato del Museo y aportó fondos para la señalización de sus salas, en esa coyuntura entraron también a formar parte las Consellerías de Industria y Cultura. Desde entonces la presencia del gobierno provincial ha estado siempre en el patronato, aportando una cantidad fija al mantenimiento de ese museo que ellos mismos habían ayudado a crecer.

Si grave es la salida de la Diputación del patronato del museo, lo es más por la forma, el momento y las circunstancias que la rodean. El diputado y patrono que representa a la institución provincial ha estado no hace mucho en las reuniones del patronato, sabe por tanto la situación económica en la que se encuentra y también ha participado con su aprobación en los presupuestos y en la amortización de unas deudas que ahora con su salida elude y descarga en el Ayuntamiento. Ni una palabra de las intenciones de abandono en el órgano adecuado. Por otro lado, el momento es el menos indicado para abandonar este proyecto, por la situación de emergencia económica por la que atraviesa el museo del calzado y por la situación del sector zapatero en Elda que está falto de estímulos que hagan recobrar la esperanza en el futuro. Alguien ha dicho que se trata de un golpe bajo, una agresión a la institución o una bomba a la línea de flotación. Yo no diría tanto porque con la Diputación o sin ella el museo saldrá adelante por voluntad de su patronato, especialmente del Ayuntamiento de la ciudad y de forma unida y decidida por el apoyo de los ciudadanos de Elda y comarca.

Al diputado de Fomento le supongo enterado de lo mucho y bueno que ha aportado el sector zapatero a la provincia de Alicante, ha sido la actividad industrial que mayor PIB alcanzó y aportó a la provincia, se trata de la primera industria por número de trabajadores. Esos son los argumentos que debieran haber primado antes de abandonar una institución cultural que aporta prestigio y valor a la industria del calzado alicantina, que realiza constantes actuaciones en favor de nuestro calzado y que ahora más que nunca necesita el apoyo de todos. Donde ha habido y sigue habiendo sacrificios generosos de muchas personas, incluida la propia directora que abandonando una cómoda situación profesional se decide por apostar en la recuperación económica de nuestro museo y que además confiaba en la Diputación como organismo capaz de colaborar en nuestra imagen y recuperación. Se trataría de la primera "deserción" de una institución relevante y me parece un despropósito, los mandatos son efímeros y el tiempo pasará pero los hechos quedarán para la historia. Espero y deseo que pueda reconducirse este asunto para que no sea un nuevo clamor de la ciudadanía eldense que se ve de nuevo marginada. Elda no se lo merece.