Antes de celebrarse las elecciones en Alemania, el pasado 24 de septiembre, muchos analistas hablaban de una «campaña aburrida», descontando la previsible victoria de la actual canciller, la democristiana Angela Merkel. Sin embargo, los resultados finales auguran que, pese a ser un país que valora la estabilidad y está acostumbrado a gobiernos de coalición, la legislatura será de todo, menos sosa.

Por de pronto, Merkel sale debilitada (tras perder más de ocho puntos porcentuales); la ultraderecha de la AfD (aunque dividida y sin rumbo claro) ha irrumpido con fuerza, con cerca de 100 escaños; los socialdemócratas del SPD cosechan su peor resultado desde la postguerra y, la misma noche electoral, decidieron pasar a la oposición (para que AfD no la capitalice), mientras que regresan los que pueden ser los socios clave de una futura coalición con Merkel (junto a los ecologistas): los liberales del FDP.

De cara el futuro de la Unión Europea (y de los proyectos ambiciosos que desgranó hace unos días el presidente francés, Emmanuel Macron), este último aspecto es relevante. Y es que el líder liberal, Christian Lindner, aspira a que en su formación recaiga alguna cartera de importancia, que le permita aplicar parte de su programa (muy orientado hacia los negocios y con gran rechazo a que la UE gane peso).

El FDP no es partidario de relajar la austeridad y de ofrecer ayuda a los países del Sur, a cambio de reformas; más bien, al contrario. Frente a los deseos de Macron y la élite de Bruselas, los seguidores de Lindner son reacios, por ejemplo, a un presupuesto común para el euro (que consideran una mutualización de la deuda ajena, a cargo del contribuyente alemán). Así que los defensores de Más Europa deberán enfriar bastante sus ánimos.

CÓMO LO VEN. Clarín destacaba la cuarta victoria consecutiva de la canciller democristiana alemana, Angela Merkel, en las recientes elecciones germanas? aunque con un sabor agridulce: por la pérdida de ocho puntos porcentuales y ante la entrada de la ultraderecha euroescéptica del AfD, con más de 90 escaños. Ahora se prevé una negociación larga para formar a una coalición que agrupe a democristianos, socialcristianos (aliados electorales de Merkel), liberales y verdes, dado que los socialistas van a la oposición.

The Atlantic se hacía eco del último decreto del rey Salman, de Arabia Saudita, en el sentido de levantar la prohibición de conducir vehículos a las mujeres del reino wahabita (una reivindicación largamente reclamada por estas). No obstante, la medida no será inmediata: en un mes, el ministerio correspondiente hará las recomendaciones que considere oportunas y estas entrarían en vigor a partir del verano de 2018.

CÓMO NOS VEN. Sky News resaltaba las advertencias del tour-operador británico Thomas Cook a sus compatriotas, de cara a las vacaciones del año próximo: la estancia en España será entre un 5% y un 10% más cara, debido a la debilidad de la libra esterlina y como consecuencia de las negociaciones sobre el «Brexit» (o salida del Reino Unido de la Unión Europea). Este aumento de precios puede ser relevante en zonas populares para el visitante británico, como las Islas Canarias o las Baleares.

Ante el anunciado referéndum unilateral de independencia, previsto en Cataluña para este domingo, The Guardian se hacía eco de las declaraciones del fiscal general del Estado, J osé Manuel Maza, en el sentido de que no descartaba una posible detención del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por posibles delitos de desobediencia y malversación de fondos públicos, si la consulta seguía adelante.

QUÉ SE CUECE. TreceBits señalaba que, pese a haber nacido mucho después que Facebook o Twitter, Instagram ya es una de las redes sociales imprescindibles para usuarios, marcas y hasta políticos. Tanto es así que, hace pocos días, ya ha conseguido superar los 800 millones de usuarios activos mensuales en el mundo (claramente por delante de Snapchat o de la estancada Twitter, que se sitúa poco por encima de los 300 millones de usuarios, desde hace muchos meses).

Precisamente, dentro de los intentos de los directivos de Twitter para relanzar esta red social (creada en 2006), Clases de Periodismo apuntaba la última innovación (de momento, en fase de pruebas entre algunos miembros): duplicar la extensión de los tuits, por lo que pasarían de los 140 caracteres actuales a un máximo de 280. Con ello, se busca corregir la principal causa de «frustración» de bastantes usuarios: expresarse con facilidad ante el límite de caracteres.