El informe que sobre la crisis y la recuperación económica de la provincia de Alicante ha elaborado el Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante, presentado ayer en Dénia, compila una exhaustiva investigación de la última década desde el punto de vista socioeconómico, donde se refrenda, entre otras tantas conclusiones, que la recesión se llevó por delante a la generación probablemente mejor preparada de la historia. Grandes talentos que tuvieron que buscar fuera de nuestras fronteras el lugar adecuado para realizarse, jóvenes valores que no se resignaban a someterse a las condiciones que el ciclo recesivo de una economía les marcaba en toda España, quizá aún más en esta provincia, y tantos y tantos otros universitarios a los que no les quedó más remedio que aceptar empleos que estaban muy por debajo de la cualificación que ellos habían adquirido tras años de esfuerzo académico. Precisamente por eso, una de las conclusiones que obtiene de este trabajo su director, el catedrático Antonio Escudero, es que hay que aprovechar mejor el capital humano que brindan las universidades apostando por las nuevas claves de futuro: la innovación, la investigación y la transformación digital. En definitiva por que las nuevas generaciones se incorporen a lo que se ha venido a denominar la Economía del Conocimiento. Esa debe ser la apuesta adecuada para lograr un modelo económico competitivo, lo que implica que la educación, en todos sus niveles, sea el objetivo donde centremos nuestros esfuerzos.
