La semana pasada estuvo en Elx el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Pareció un adelanto de la llegada de los Reyes Magos. Vino a comprobar las obras del AVE hacia Murcia y la estación que, de esa línea, se está construyendo en Matola. Como no podía ser de otra manera, prometió nuevas fechas para la inauguración de dicha actuación.

Cumple así con la tradición. Al final alguno acertará. Que tarde más o menos. Que cueste lo que se dijo o tenga sobrecostes. Que sea lo más prioritario o no en temas ferroviarios en la zona, etc., eso parece secundario. Algunos decidieron llenar España de líneas de AVE. Recordemos que nuestro país es la segunda potencia mundial en líneas de alta velocidad, y en ésas estamos. El ferrocarril convencional languidece en todo el Estado. Hace unos días hubo manifestaciones, por ejemplo, en Extremadura, ya que la línea Madrid- Badajoz se hace, en parte, a pie, ya que las traviesas, que son de madera, y los trenes tienen tal antigüedad que es muy frecuente tener que hacer transbordos de unos trenes estropeados a otros, igual de viejos, que llegan para que los viajeros puedan continuar su periplo. Sin tener que irnos tan lejos, basta con comprobar cómo está el trazado ferroviario a su paso por nuestro término.

El ministro, en su visita a la estación de Matola, anunció que las obras de la línea terminarían al finalizar 2017 y que podría ser que, en el primer trimestre de 2018, pudiera estar en funcionamiento. Tal vez. También anunció que la velocidad del AVE en esa línea sería de 280 km/h y que desde la estación de Matola a Murcia se tardarían 20 minutos. No dijo lo que se tardaría en llegar a la estación de Matola desde Elche-ciudad porque, tal vez, se tarde más. Resultado de haber ubicado una estación donde nadie la pidió y de haber ninguneado a nuestro Ayuntamiento para esa decisión, aunque sus máximos responsables tampoco protestaron por ello. Curioso resultará ver un AVE que pare en Elx y en Murcia, y no sé si en Orihuela. Demasiadas paradas para un AVE. Algún truco debe haber. Ya saldrá.

Otra de las promesas que nos trajo el ministro fue que dijo que había ordenado «activar» el estudio de la conexión ferroviaria con el aeropuerto de L'Altet. Faltaría más. Todos los ministros y altos cargos de Fomento lo prometen. Sean del PP o del PSOE. En octubre de 2010, la secretaria general de Infraestructuras de Fomento, Inmaculada Rodríguez-Piñero, en visita a Elx, nos aseguró que nuestra ciudad estaría «al máximo nivel» en conexiones de transporte ferroviario, tanto de alta velocidad como de cercanías, y que, antes de finalizar ese año, se licitaría la variante de Torrellano y el célebre acceso ferroviario al aeropuerto. Siete años después aún no hemos salido del «mínimo nivel».

Y eso que la Comisión Europea aconseja que todos los aeropuertos que tengan más de 6 millones de pasajeros tengan conexión ferroviaria. L'Altet tiene más del doble. Es el único en España, entre los grandes, que no la tiene. Y eso que hace años que se hacen estudios, proyectos, declaraciones, etc. Sobran promesas y faltan compromisos. El ministro Íñigo de la Serna ya ha cumplido la promesa de rigor, el tiempo se encargará del resto.

Lo que resulta llamativo es que, en otro tema que también preocupa mucho en Elx, ya ni siquiera se molestan en prometer nada: el tema de las cercanías Alicante-Murcia. Elx está en medio de esa línea y es utilizada, a diario, por miles de personas para ir a estudiar, trabajar, ocio, etc. Se calcula que se superan los 3.000.000 de pasajeros al año. No hace falta recordar cómo está la línea: una sola vía y sin electrificar y con unidades anticuadas, incómodas y con unas prestaciones muy limitadas. Es frecuente que gran parte del pasaje viaje de pie.

Cuando entre en servicio la línea de AVE por Matola hacia Monforte del Cid, donde habrá enlace con el que va a Alicante, con todo el trazado en doble vía y electrificado, corremos el riesgo de que la vetusta vía férrea que atraviesa nuestra ciudad quede condenada en sus actuales condiciones, lo que garantiza una pérdida de calidad, de pasajeros y de servicio a nuestra ciudad. Es un tema que debería aclararse de inmediato. Tal vez con el ministro aquí hubiera sido buena oportunidad para ello. No sabemos la gente que cogerá el AVE, pero sí se sabe la que utiliza Cercanías y Media Distancia, y son varios millones más. Se debería pensar mejor en las personas y menos en grandes obras costosas y socialmente poco rentables.