Dan Brown es un escritor estadounidense, conocido por su novela de misterio, intriga y esoterismo titulada El Código Da Vinci, que es un libro centrado en la búsqueda del significado del Santo Grial, y en la relevancia de Maria Magdalena en la vida de Jesús, como enigmas que pudieran llegar a cambiar la historia del cristianismo.

Y espero con impaciencia su nueva novela de título Origen, cuyo desarrollo íntegro tiene lugar en España y concretamente en Sevilla, Madrid, Bilbao y Barcelona, como escenarios principales en los que transcurre la nueva aventura de su protagonista, el profesor Robert Langdon, de cuya mano el lector recorrerá escenarios tan emblemáticos como la Sagrada Familia de Barcelona, el Museo Guggenheim de Bilbao, o la Catedral de Sevilla.

Y recuerdo una entrevista, de la que llamó especialmente mi atención la respuesta de Brown a la pregunta incisiva del periodista, cuando le inquiere sobre dónde está la frontera entre la literatura comercial y la de calidad, a lo que responde que no pretende con sus libros una creación de altura, sino una historia con un estilo actual y transparente, y que por cada crítico que le reprocha no ser Cervantes, hay miles de lectores que están felices por haberles devuelto el placer de la lectura, añadiendo que por otra parte, hay mucho trabajo detrás de todo lo que escribe, aunque parezca hecho sin esfuerzo aparente.

Y me gusta su respuesta, pues para mi hay afán, interés y dedicación constante, en sus obras, junto a un poderoso ingenio, acompañado de empeño y práctica.

Y es que el talento es algo natural que poseen determinadas personas, como para mí lo tiene Dan Brown , al que atribuyo inteligencia y creatividad, unidos a constancia y motivación para lograr sus objetivos, pues la conocida fórmula de un noventa por ciento de transpiración, y un diez por ciento de inspiración, no funciona en todos por igual, y así hay gente con extraordinaria agudeza, y otros con una enorme capacidad de trabajo, necesitándose ambas para alcanzar metas, pero cada persona debe saber combinarlas en su caso, y de la manera adecuada.

Como imagino sucederá en Origen, que es el título de la nueva aventura del profesor de Simbología de Harvard, de nombre Robert Langdon, y que, según se anuncia, acude al inicio del relato al Museo Guggenheim de Bilbao, para asistir a una revelación trascendental «que cambiara la faz de la ciencia para siempre»... explico a una amiga, que sonriente parece escuchar interesada.