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Lorena Gil López

Desde París no se ve nada

A veces me da apuro ir con mis hijos por las calles de Alicante. Vamos tranquilamente paseando y es ver en el suelo un papel o una lata y ya les escucho la cantinela: «¡Muy mal, muy mal, en el suelo no, se tira en la papelera!». Yo les contesto que, efectivamente, está mal, y que hay que ser cívicos, y entonces es peor porque empiezan una rueda de preguntas sin fin: «¿Qué es cívico? ¿Por qué ese hombre tira el papel al suelo? ¿Por que no recogemos esa lata? ¿Por qué...?». Una vez se me ocurrió preguntarles si la ciudad estaba sucia o limpia. Me miraron y contestaron sin dudar: «Está susia, está susia».

Cuento esto después de leer las declaraciones del superconcejal Pavón, que va quitando competencias a otros compañeros y encendiendo fuegos allá por donde pasa. Resulta que el nuevo edil de Limpieza dice que no ve Alicante «tan sucia, creo que se exagera un poco, en París o Londres tienen zonas mucho más sucias». Yo no sé por dónde habrá paseado el poderoso concejal, pero le invito a patearse un par de barrios de la ciudad, con solo dos tendrá bastante, para percatarse de que la ciudad no puede presumir precisamente de estar limpia.

Y no porque lo digan dos mocosos de 5 y 3 años, es que hay asociaciones de vecinos que no se cansan de denunciarlo, es que sus socios de gobierno también lo piensan, y es que el presidente del comité de empresa de la contrata de limpieza ha afirmado que la ciudad «está sucia, se lo hemos explicado a quien lo quiera escuchar». Pero parece ser que el superconcejal se quedó en Londres o París, y desde allí la porquería no se ve.

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