Este verano se ha vuelto a sufrir, en el aeropuerto, el problema de la no existencia de transporte nocturno que permita a los viajeros recién llegados poder ir a sus puntos de destino previstos.

No es un asunto nuevo, por eso llama la atención que persista. El turismo que llega a esta zona, por vía aérea, es impresionante. Sólo en el pasado mes de julio lo hicieron 1.632.871 pasajeros, que representó un aumento de casi el 12% sobre el mismo mes del año anterior. Y desde principios de año hemos superado los 8.000.000, con incrementos de más del 13% sobre el año anterior en éste mismo período. Nuestro aeropuerto es el 5º de España por el volumen de pasajeros transportados, lo cual dice claramente la importancia del mismo.

Gran parte de ése turismo es extranjero y, en buena medida, atraído por las líneas de bajo coste que operan en horarios incluso nocturnos. Si tenemos en cuenta que, en estos momentos, el último autobús hacia Alicante sale a las 24 horas y no vuelve a haberlo hasta las 5.40 horas y que esta situación se repite con los otros municipios que suelen ser destino de estos vuelos (Benidorm, Torrevieja, Elx, etc.) se produce un vacío importante. En el tema del taxi, servido por profesionales de Elx, suelen tener 120 unidades en el servicio del aeropuerto y que, en los meses estivales, se refuerzan con 20 o 25 taxis más para dar mejor servicio. A pesar de ello y como se ha comprobado este verano, se producen situaciones en las que no es posible prestarlo adecuadamente y la consecuencia es lamentable: largas colas de viajeros recién llegados, en alguna de estas noches lo han sufrido más de 3.000 personas, que tienen que pasar un tiempo inexplicable esperando un taxi libre ya que es el único medio disponible.

No hace falta explicar el daño a la imagen turística de la zona que ésta situación ocasiona. Máxime cuando es perfectamente previsible ya que se repite en estas fechas desde hace años. Las competencias sobre la ordenación de las líneas de autobuses dependen de la Generalitat. Los ayuntamientos afectados reclaman otro modelo más adaptado a la realidad horaria que se está dando. El problema surgió con la anterior administración del PP en el Consell y no supo resolverlo. Es un problema heredado para el nuevo Govern y, según recientes declaraciones, la Consellería de Obras Públicas y Vertebración del Territorio, competente en este tema, está estudiando un nuevo mapa concesional del transporte de viajeros por carretera.

Es cierto que el tema hay que estudiarlo bien, pero también es cierto que el nuevo Consell lleva más de dos años en el poder y algo más se podría haber avanzado. Todos los ayuntamientos afectados están pidiendo mejoras y ofreciéndose, como ha hecho Elx, a colaborar. Urgen soluciones, aunque sean provisionales, para resolver este problema hasta que la reordenación definitiva se implante.

En todo caso, este problema vuelve a poner de actualidad el hecho de que nuestro aeropuerto no tenga conexión ferroviaria. Es el único, entre los grandes, que no dispone de este servicio. El tren de la línea Alicante-Murcia pasa muy cerca, pero desde el siglo XIX no ha modificado su trazado, ni siquiera cuando en este tiempo se ha construido un aeropuerto como el del L´Altet en sus cercanías. Ni caso. Ambas infraestructuras llevan 50 años dándose la espalda literalmente. Eso sí, trenes cargados de promesas de que la interconexión iba a realizarse llegan cada dos por tres, especialmente en período electoral. Madrid, de donde depende la solución, queda muy lejos. Y, menos mal, que después de muchos años y accidentes mortales, parece que van a adecuarse, por fin, los accesos por carretera a través de la N-338.

Cuesta demasiado que lleguen las mejoras a infraestructuras básicas de esta zona. ¡Con la facilidad con que se han construido aeropuertos sin aviones en toda España, y lo difícil que parece que es solucionar los problemas reales en uno de los grandes aeropuertos como es L´Altet!

Recientes estudios, por parte de profesores de la Universidad de Alicante, demuestran que la reordenación del trazado ferroviario del entorno del aeropuerto, con la necesaria conexión física, se puede ejecutar con una inversión de sólo 50 millones de euros y es factible con independencia de la posterior solución a la entrada sur de Alicante que sí es más costosa.

La conexión ferroviaria de L´Altet ayudaría a resolver los problemas denunciados y mejoraría la accesibilidad de los viajeros. No parece que sea mucho pedir, máxime cuando hace tantos años que nos la están prometiendo.