Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago

Unión fiscal

Llevan tiempo diciendo los políticos del sur de Europa que se necesita una unión fiscal para que el euro no acabe fracasando, pero Alemania sigue haciendo oídos sordos.

También es de esa opinión el ex gobernador del Banco de Inglaterra, según el cual la moneda común sólo se salvará con transferencias directas del norte al sur del continente, algo que, según reconoce, "asusta a los políticos".

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reclama a Berlín la creación de un ministro de Finanzas del euro, pero de poco servirá ese cargo si no va acompañado de competencias muy concretas.

Por ejemplo, según explica King en declaraciones al semanario alemán Die Zeit, si el futuro ministro no puede reclamarle al contribuyente germano un "impuesto de solidaridad" del orden del 5 por ciento del PIB del país para distribuirlo luego entre griegos, portugueses y españoles.

En Alemania existe ya un impuesto de ese tipo, que es actualmente del 5,5 por ciento y se creó tras la reunificación alemana para ayudar a la reconstrucción de su parte más pobre: la antigua RDA.

King no cree, sin embargo, que eso vaya a ocurrir a nivel europeo y explica que, tras las elecciones alemanas de septiembre, se acordará seguirá como hasta ahora, "apoyando al euro por la puerta de atrás".

"La maquinaria del Banco Central Europeo posibilita actualmente, dice King, las transferencias desde los países del norte de Europa a los pobres del sur".

"Se puede opinar, añade, que es eso es lo correcto, pero me pregunto cuánto tiempo seguirán escurriendo el bulto los políticos en lugar de ser honrados con los ciudadanos y decirles que el euro no tiene mucho futuro sin una unión de transferencias".

En relación con el Brexit, que dice apoyar, King se muestra optimista y señala que no hay que olvidar que el Reino Unido importa de la UE más de lo que exporta al continente, por lo que si se introdujesen aranceles del 10 por ciento como los que establece la OMC tendría consecuencias negativas para la Unión Europea.

Ni siquiera parece pesimista en cuanto a las repercusiones de la salida británica sobre su sector bancario porque, dice, se trata en primera línea, explica, del "euro clearing", y como mucho Londres podría perder 20.000 empleos.

"La mayor parte de los negocios que se desarrollan en la plaza financiera londinense no son con Europa, sino con el resto del mundo, por lo que no es tan determinante el acceso al mercado interior", argumenta el hoy miembro de la Cámara de los Lores.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats