El cambio de trinchera de Javi Flores para volver al eterno rival franjiverde se recibió ayer con calma en los despachos del Rico Pérez. Ni inquietud, ni temor a que el mediapunta cordobés se destape este curso y demuestre con regularidad en el Elche los contados detalles de talento y categoría que ha ofrecido como blanquiazul en su temporada y media en Alicante, que se salda con 45 partidos, ocho goles y demasiadas lesiones.
Para jugar por detrás del punta, el técnico del Hércules, Gustavo Siviero, apostó por Juli y Javi Flores no es soldado para el banquillo. El perfil de este nuevo proyecto blanquiazul lo representa mejor el menudo futbolista alcoyano: rápido, combativo, entusiasta y con carácter. Además, la fragilidad física de Flores en la campaña pasada y su actitud indolente en los entrenamientos de la actual pretemporada acabaron por precipitar su salida del Rico Pérez.
En el Martínez Valero, su actual técnico y ex del Hércules, Vicente Mir, quiso dar este verano un golpe de efecto con el fichaje de Miñano y/o Chechu Flores -con los que también estuvo a punto de subir a Segunda A- y ahora lo intenta con el cordobés en una apuesta de riesgo porque su ficha completa la plantilla sénior. El tiempo dirá si acierta Mir o Siviero. Para eso les pagan a los entrenadores: para tomar decisiones. Lo que es seguro es que Javi Flores ya añade picante al clásico provincial semana a semana.
