Nadie en su sano juicio, dentro y fuera del Hércules, puede cuestionar la calidad futbolística de Javi Flores, un jugador único en Segunda B con facultades de sobra para competir en el fútbol profesional. Su inesperada salida del club alicantino no es una cuestión de aptitud, con p, sino de actitud, con c.
Además de su propensión a las lesiones, el cordobés tiende a la indolencia y a cierta melancolía en su actitud ante la vida y, lo que es peor, en los entrenamientos. Pero el nuevo entrenador, Gustavo Siviero, le había tomado la matrícula.
Aunque el jugador afea al club su cambio de criterio en tiempo récord, el Hércules mantiene que ya le avisó a finales del curso pasado de que su compromiso y su implicación tenían que mejorar, que el vestuario debía cambiar de actitud y que nadie era imprescindible. También destaca la entidad que ha querido ser elegante en la negociación de su rescisión y le ha avisado con 28 días de antelación para que pueda resolver su futuro antes del cierre del mercado estival de fichajes.
Conocedor de la genialidad y de las intermitencias de Javi Flores, el técnico argentino contrapuso en la balanza la regularidad frente a los destellos esporádicos y se decantó por la primera. Sólo era cuestión de esperar novedades en el mercado y apareció la opción de Juli. Dilema resuelto. Siviero prefiere un jugador que ataque el espacio, vertical y muy implicado, como el alcoyano, antes que las apariciones estelares, pero con cuentagotas, del talentoso andaluz.
La salida de Javi Flores también es un claro «mensaje a navegantes» para el vestuario. Las decisiones ya no se toman de cara a la galería o la tribuna, sino en función del rendimiento y el compromiso con el equipo. De modo que, por una parte, el club avisa de que el nivel de exigencia ha subido muchos enteros con respecto al desaguisado de la temporada pasada; y por otra, Siviero advierte a los Miguel Ángel Nieto, Chechu Flores, Peña, Checa, Miñano, Gaspar y compañía que ninguna «vaca sagrada» se puede dormir en los laureles. Que el talento sin esfuerzo, ganas e implicación no cabe en este nuevo proyecto.
