No recuerdo desfachatez más grande que la recientemente protagonizada por nuestro presidente de la Generalitat, una no, dos veces, afirmó en público y en directo, rodeado de empresarios, en la Noche de la Economía de la Cámara de Comercio, que la Agencia Valenciana de la Innovación tendría su sede en Alicante.

La segunda vez lo hizo porque ya se sabía en Alicante que se había cambiado de idea y que la sede estaría en València, como todo lo que se promueve desde la Generalitat, por lo que los empresarios, a través del presidente de la Cámara, le pidieron que ratificara su compromiso y, sin pestañear, nos miró a la cara y nos mintió.

Del importante proyecto; apoyo de la innovación de toda la Comunidad, inversión inicial de treinta millones de euros y creación de cincuenta empleos, ahora ya sabemos que todo eso era para València.

En Alicante tendremos una sede testimonial, una ventanilla por si queremos presentar algún trámite, ahora que ya todo se presenta por vía telemática. Bueno, realmente sorprendidos no estamos, porque es el maltrato permanente y habitual lo que hemos visto una vez más.

Para muestra seguimos viendo, por la prensa claro, porque con los empresarios, los políticos de la Generalitat Valenciana no hablan, un nuevo proyecto para Alicante: un centro de emprendedores que llevará una importante inversión en las antiguas instalaciones del matadero. ¿Alguien ha pensado que en Alicante existe un centro (el antiguo de formación de COEPA) completamente disponible para la Generalitat Valenciana y que no costaría ni un euro para poder hacer el centro de emprendedores, y ponerlo en funcionamiento de inmediato? ¿Por qué no podemos utilizar ese dinero para hacer mayor y mejor el proyecto si no tenemos que construir el edificio y mantener este cerrado?

Estas últimas noticias se lanzan con «agosticidad», sobre todo la primera, para que pasen desapercibidas en la primera semana de vacaciones de la inmensa mayoría de los ciudadanos y que no se vea mucho cómo una vez más ningunean a la provincia de Alicante.

¿Cómo pueden pretender que los empresarios alicantinos nos diluyamos en una asamblea valencianista con Salvador Navarro a la cabeza? ¿Va a ser este nuestro «Salvador»? ¿Le va a reprochar a Ximo Puig que nos mienta a la cara? Él también estaba presente y lo vio en vivo y en directo. Pero cómo se va a quejar, si probablemente fue él quien defendió la idea de que el mejor sitio para la sede de la Agencia estaba en València, el corazón del Reino, y en las «afueras», alguna ventanilla de trámites, después vino el asesor del político avispado siempre en resolver las metidas de pata y se inventó lo de las dos sedes, una operativa y otra institucional. Por favor, no nos tomen por idiotas.

Han desalojado el cuarto de las fregonas del edificio PROP de Alicante, para colocar una placa y las fotos en el salón de actos que sirve para todo.

De la misma manera y con la misma falta de sensibilidad se seguirán tratando los temas candentes de la provincia de Alicante: el agua, IFA, infraestructuras pendientes y un largo etcétera. Y no nos consuela, porque seríamos idiotas, que Castellón está igual o peor que Alicante, porque recientemente hemos podido saber que nuestros vecinos de la periferia norte de la Comunidad tienen una lista de agravios tan grande o más que la nuestra.

Sigan ustedes, señores políticos, sembrando tormentas y recogerán tempestades. Ya lo dijo el presidente de la Cámara en su discurso de este año de la Noche de la Economía y hago mías sus palabras: «Somos un pueblo indulgente y pacífico, pero en algún momento puede ser que la provincia de Alicante deje de ser tolerante y pase a ser beligerante».