El reciente nombramiento del nuevo comandante militar de Marina de Alicante, capitán de navío Gustavo Adolfo Gutiérrez de Rubalcava Sánchez-Ferragut, lo primero que me trajo a la memoria fue los también largos apellidos compuestos de un precedesor suyo en el cargo, Álvaro Fernández Navarro de los Paños y Álvarez de Miranda, persona muy grata que ha dejado una profunda huella en nuestra tierra donde se ha quedado a vivir.

Amante de la historia de la Armada española, tal vez influenciado por la figura del contralmirante alicantino Julio Guillén Tato, promotor del Archivo General de la Marina «Álvaro de Bazán» en Viso del Marqués, y del Museo Naval de Madrid así como secretario perpetuo de la Real Academia de la Historia, enseguida me percaté de la vinculación que tenía el nuevo comandante naval con famosos marinos de guerra como veremos enseguida, ciñéndome sólo a dos ilustres personajes aunque ha habido varios más con esos apellidos.

Siendo muy pequeño conocí en Orihuela a Eduardo Almunia Roca de Togores, marqués de Rubalcava, una persona cordial del que, por mis pocos años, me cohibía el título nobiliario que ostentaba. Era el primer aristócrata que se había cruzado en mi joven vida. E hilando los orígenes, veo que el famoso Joaquín Gutiérrez de Rubalcava y Casal, fue el primer marqués de este nombre, título concedido por Alfonso XII en 1876.

Nacido en Ferrol el año 1803, destacó por brillantes campañas llevadas a cabo en los mares de América, siendo ministro de Marina y senador, alcanzando el grado de almirante y de XXVII capitán general de la Armada. Persona muy respetada y de sólida fidelidad a la monarquía borbónica, murió soltero en Madrid en 1881 y el título lo heredó su hermana Teresa.

Por Mercedes Pérez de Meca y Gutiérrez de Rubalcava pasó al oriolano Joaquín Roca de Togores y Pérez de Meca, tercer marqués, perteneciente a la familia quizás de más rancio abolengo de la capital del Bajo Segura, oriunda del siglo XV y cuya hidalguía se remonta a cinco centurias atrás. Guillem de Togores acompañó a Jaime I en la conquista de Orihuela (1265) y se estableció en ésta. Actualmente ostenta el título de marquesa de Rubalcava María Isabel de Almunia López de Sagredo.

Por consiguiente existen lazos familiares entre la familia Gutiérrez de Rubalcava y la provincia de Alicante a través del precitado título nobiliario.

De otra parte, el apellido Sánchez Ferragut nos traslada inveitablemente a otro personaje de la Armada que tuvo un trágico final cuando el comienzo de la guerra civil. Hablamos del capitán de navío Juan Sandalio Sánchez Ferragut, comandante del crucero «Almirante Cervera» en julio de 1936. La situaciones confusas acaecidas en los primeros días del conflicto en la base del Ferrol donde se encontraba el citado buque en dique seco por limpieza de fondos y reparaciones menores, junto con las dudas de Sánchez Ferragut, que no repudió la insurrección pero pensaba que la dotación no iba a secundarla, propiciaron que fuera detenido, acusado del delito de traición y condenado a la pena de muerte aunque el presidente del tribunal militar que lo juzgó y un vocal del mismo emitieron un voto particular mediante el cual se decantaban por la reclusión a perpetuidad.

Con vacío de poder, el general de brigada Emilio Mola, «director» del Alzamiento y jefe del Ejército del Norte, partidario de castigos ejemplares para estrangular los movimientos del enemigo, firmó un decreto que confirmaba la pena capital, llevada a cabo en el Arsenal de la misma ciudad natal de Franco, siendo fusilado a las seis de la tarde del 25 de septiembre de aquel 1936. Sánchez Ferragut dejaba viuda ciega y cuatro hijos.