El grupo retro, romántico y nostálgico ha vuelto a estar en Alicante con su jazz vocal que impregna otros géneros populares. The Manhattan Transfer conmemora su 45 aniversario en esta gira que el viernes visitó el Festival de Verano que se celebra en el Auditorio de la Diputación. Adaptan temas, añaden letras a piezas instrumentales e imitan instrumentos con sus voces. Cada componente con su propio registro de voz. Janis Siegel (alto), Cheryl Bentyne (soprano), Alan Paul (tenor) y Trist Curless (bajo), quien sustituyó a Tim Hauser, fundador de la ya mítica banda, tras fallecer en octubre de 2014. Más de cuatro décadas después, el cuarteto continúa vivo con su amplio repertorio. Y le recuerdan rindiéndole un merecido homenaje. Interpretan Candy, una melódica canción que forma parte de lo mejor de su discografía, y una pequeña joya cantada también por otros intérpretes como Ella Fitzgerald. Durante casi toda la actuación prevalece el clásico ritmo del swing, ese sabor genuinamente americano con la perfecta conjunción entre los cuatro miembros, que disponen del importante apoyo de un piano, un contrabajo y una batería. Sin ser grandes cantantes individualmente, logran su máximo esplendor al unísono. Se escuchan A tisket a tarket, Four brothers o Sing motens's swing con sus rítmicas, equilibradas y bellas voces. Los músicos exhiben sus poderes musicales, y Alan Paul canta con el estilo de la bossa nova. Adoptan distintas ubicaciones en el escenario para darle variedad estética al asunto, y juegan con las tonalidades y los sonidos. El empuje y la agilidad vocal se viven con más temas como Sing joy spring o The boy from New York city. La afición gozó mucho y llenó el ADDA para rendir culto a The Manhattan Transfer con las variaciones ofrecidas. El particular español de Janis Siegel asoma al cantar el bolero Aquellos ojos verdes con sus trazos jazzísticos. El toque de la samba muestra su vigor con Bahía y deleita a los calurosos espectadores, que escucharon Choo Choo Ch' boogie o Route 66. La inyección de vitalidad alcanza todo su auge en un fin de fiesta donde no podía faltar el bailoteo cubano con el famoso mambo Cuéntame.
