El flamenco y el jazz se dan la mano y se refuerzan con una gran banda y las soberbias intervenciones de Antonio Serrano y David de Jacoba. Uno con su magistral armónica y el otro como potente cantaor. Dos colegas que compartieron labores con el inolvidable Paco de Lucía y que en esta actuación contribuyen a enriquecer mucho el concierto de la BvR Flamenco Big Band, amplia formación que lleva las iniciales de su líder, el hispano-holandés, nacido en Altea, Bernard van Rossum, compositor, saxofonista y arreglista. No es la primera vez que el viejo arte gitano-andaluz se fusiona con la música afroamericana. Ecos de ritmos africanos, caribeños y europeos palpitan junto a los compases andaluces y las reminiscencias árabes o hindúes. El mestizaje dio lugar a ambos géneros, por lo que existen paralelismos dentro de los caracteres de cada uno. El duende y el compás de las notas flamencas se llevan muy bien con el sentimiento y el swing jazzísticos en esta fusión equilibrada, atractiva y con los innovadores modos de la Big Band. La gaviota es una de las piezas del segundo álbum del grupo, Luz de luna, título, a su vez, de otro de los destacados temas que compone un triángulo con encanto poético entre el sol, la luna y el mar. Esa brisa suavemente cálida y sensual representa una clara aportación. La voz de la cantaora María Marín alienta también el concierto cuando le toca mostrar sus penas y alegrías, emociones a las que tampoco el jazz es indiferente. La armónica canta genial, con honda belleza, gracias a Serrano. La desgarrada pasión de David de Jacoba brilla con luz propia en distintas ocasiones. Van Rossum nos ofrece Tras la tormenta, un tema atmosférico que vuelve a enseñar las cartas del hábil compositor. Hay más. El viajero (pieza de Jaleo holandés, primer disco de la banda), el amor y desamor del bolero Y tú ni siquiera lo sabes o El gladiador cobarde. Si Joan Chamorro tocaba el contrabajo con Andrea Motis hace unos días en este Auditorio de Alicante, en una de las rumbas toca el saxofón destacadamente. Ni otros instrumentos se quedan atrás. He ahí el saxo soprano del polifacético BvR? Todos obtuvieron grandes aplausos.