Con la llegada del verano y antes del período vacacional, se han celebrado por segundo año, los llamados Diàlegs d'estiu dentro del fórum «Ètica Pública i Democràcia», desarrollando una agenda cargada de propuestas, actos y convocatorias que han tenido una particular presencia en Alicante y en su provincia. Aquí, la Sede Universitaria Ciudad de Alicante se ha convertido a lo largo de toda esta semana en el centro nervioso que acogió una apretada propuesta de seminarios de formación, debate y reflexión, de encuentros, talleres, mesas redondas, presentaciones y conversaciones de distinta naturaleza en los que han participado, junto a responsables políticos e institucionales de la Generalitat y de otras administraciones, académicos, investigadores, dirigentes sindicales y de organizaciones sociales, a los que se han sumado otras muchas personas interesadas en los temas que se han abordado.

No es casual que la organización de esta agenda de actos recaiga en el conseller de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, en la medida en que fue él quien en el año 2001 puso en marcha la Sede Universitaria tal y como se conoce hoy en día, diseñando una estructura organizativa compleja, contando así con experiencia en la organización de actividades públicas, como demostró con éxito. De esta forma, bajo su dirección, en esta edición de los Diàlegs d'estiu, se han diseñado tres grandes bloques de actividades.

En el primero de ellos, todos los miembros del Consell tienen encuentros abiertos con la ciudadanía, en los que además de exponer sus líneas de trabajo y sus proyectos, se someten a las preguntas del público asistente, algo que además de haber hecho el presidente, Ximo Puig, en Alicante, han llevado a cabo el resto de sus consellers en localidades como Elche, Orihuela, Gandia, Callosa de Segura, Elda, Requena, Xeraco, Xàtiva y Castellón. Hay que reconocer que estamos ante una acción política tan destacable como infrecuente, que acerca a los máximos responsables de la Generalitat a la ciudadanía, algo nunca visto en esta Comunidad en toda su historia y que tampoco sucede en otras regiones. Como bien se señaló en algún seminario por algunos de los participantes, tener entre el público asistente, escuchando las intervenciones e interviniendo como uno más a consellers de nuestra Generalitat, demuestra que hay cosas que han cambiado de manera radical, aunque no las valoremos adecuadamente.

Naturalmente que tenemos que exigir que no nos roben, que se usen adecuadamente los recursos públicos, que se priorice a los sectores y necesidades esenciales y que todo se haga sin engaños, justamente lo contrario de lo vivido en los años negros de los gobiernos valencianos del PP, como bien saben los tribunales inundados por sus numerosos sumarios por corrupción. Pero además, es esencial gobernar también de forma transparente, con respeto hacia la ciudadanía, mediante procesos democráticos incluyentes que permitan la participación en todo el proceso político, asumiendo la rendición de cuentas a los ciudadanos como un principio democrático esencial que permita asumir responsabilidades en los distintos actores implicados. Y tan importante es todo ello que las Naciones Unidas crearon, en su 66º sesión en el año 2011, la iniciativa Alianzas de Gobierno Abierto en el mundo (Open Government Partneship), que compromete a países y administraciones de todo el mundo en la promoción de principios políticos de gestión transparente y rendición de cuentas ante la ciudadanía, esenciales para extender los valores democráticos y el impulso de agendas de desarrollo. Cuantos disgustos nos ahorraríamos si el ejecutivo de Rajoy, así como otros muchos gobiernos regionales y locales trabajaran de verdad bajo estos criterios, como está impulsando en estos momentos la Generalitat Valenciana.

El segundo de los bloques ha consistido en más de una decena de seminarios de formación, debate y reflexión en los que se ha trabajado a fondo y con grandes especialistas temas sustantivos como la democracia y la desigualdad en la crisis económica y política, la formación en materia de transparencia en las actividades públicas, la laicidad, la participación juvenil, las garantías del derecho de acceso a la información, las migraciones contemporáneas y el poder local, el cambio tecnológico y las transformaciones sociales y políticas, las administraciones públicas como impulsoras de responsabilidad social, así como la gestión y explotación para fines turísticos y educativos de los recursos de la memoria, entre otros. En ellos, el debate académico y la presentación de resultados de investigaciones universitarias se ha acompañado de la discusión política, junto a los análisis sociales y participativos con una mirada puesta en los desafíos que tiene el territorio valenciano.

Por último, todo ello se ha complementado con una agenda de conversaciones abiertas sobre cuatro ejes básicos: la información en el siglo XXI, la transformación del modelo económico valenciano, las nuevas narrativas sobre migraciones, así como la laicidad y la igualdad de género, al frente de cuyos diálogos estaban especialistas nacionales e internacionales.

Creer en la democracia pasa también por compartir la política con la ciudadanía y este forum, «Ètica pública i democràcia», ha hecho honor a su nombre. Larga vida.

@carlosgomezgil