Las cuatro grandes empresas eléctricas alemanas han pagado al Estado una suma que da mareos a cambio de pasarle el muerto de los residuos nucleares.
Eon, Eon, RWE, Vattenfall y EnBW han transferido al Bundesbank (Banco Central) un total de 24,17 mil millones de euros y lo han hecho con gusto, según comenta hoy con ironía algún diario.
Porque gracias a ese dinero, esas empresas se lavan las manos en lo que se refiere al futuro de los residuos radiactivos generados, de los que tendrá que ocuparse el Estado.
Lo único que tendrán que hacer aquéllas será cerrar las centrales, envasar cuidadosamente la basura nuclear y dejar que los contribuyentes se hagan cargo del resto.
La legislación alemana no permite realizar transferencias por más de mil millones de euros: el tope máximo son 999.999.999,99, es decir mil millones menos un céntimo, y las empresas no tenían tampoco tanto dinero en el banco, por lo que hubieron de pasar meses antes de que consiguiera juntarse la suma acordada.
El Estado se enfrenta ahora a un problema inmediato porque tanto el Banco Central Europeo como el propio Bundesbank aplican intereses negativos - de un 0,4 por ciento- a los depósitos.
El fondo federal creado pierde así cada día que pasa 265.000 euros de modo que el Gobierno ha encargado a tres gestores que busquen la mejor forma de invertir todo ese dinero para que, en lugar de disminuir, vaya aumentando.
Y todo ello sin crear de pronto turbulencias en el mercado, como explicaron al diario Süddeutsche Zeitung fuentes del ministerio de Economía.
Mientras tanto, las autoridades seguirán buscando un lugar seguro y definitivo donde toda la basura nuclear pueda guardarse sin peligro para la población durante al menos un millón de años.
Lo cual, en vista de las protestas de los ecologistas por alguno de los lugares tomados hasta ahora en consideración, no va a ser precisamente tarea fácil.
