Haruki Murakami, nacido en Kioto en 1949, que es uno de los escritores japoneses más conocidos actualmente, inicialmente regentó un club de jazz que al parecer es una de sus grandes pasiones, hasta que, con el gran éxito de su novela Tokio Blues, pudo dedicarse en cuerpo y alma a esa otra gran afición suya que es la de escribir.

Como también lo es el deporte, y es que según Murakami escribir es una «labor física», para añadir sorprendentemente que la mayoría de lo que sabe sobre escribir lo ha aprendido corriendo por la calle cada mañana, y así en su libro De qué hablo cuando hablo de correr reflexiona sobre su afición a la literatura y a los maratones, y narra la influencia del deporte en su vida y en su obra.

Que en la mía sigue siendo muy grande, pues el deporte me entretiene y apasiona, y lo disfruto haciéndome pasar grandes momentos, cuando además hacer ejercicio físico de forma regular y sistemática es una práctica inmejorable para la mejora y rehabilitación de la salud, y para la regulación de las emociones, siendo además que ayuda en la forja del carácter, de la disciplina y de la voluntad.

Y también coincido con el activo escritor nipón en su pasión por la literatura, y así, en unas recientes declaraciones, a propósito de su último libro cuyo título es De qué hablo cuando hablo de escribir, señala que la pura casualidad le dio un poco de talento, que unido a otro tanto de suerte y a su carácter obstinado y firme, le han permitido dedicarse a su labor de escritor durante los últimos treinta y cinco años.

Y habla Murakami de que siempre ha disfrutado escribiendo, y de su carácter disciplinado al imponerse la regla de redactar diez páginas al día, pues considera crucial la regularidad exhaustiva y perseverante. Y me parece digna de elogio esa fuerza de voluntad que entiendo requiere motivación y esfuerzo en visualizar la meta, así como empeño y determinación, con la idea de no darte por vencido y perseverar en el empeño, pues cuanto más se ejerza más crecerá, y todo con la idea de tener una meta en cuya realización puedas ilusionarte.

Y hablando de voluntad, tengo la de leer ese ensayo ultimo de Murakami y enterarme de qué habla cuando habla de escribir, con cuyo contenido imagino me voy a sentir muy identificada y, sobre todo, con esa frase de que siempre ha disfrutado escribiendo, y de lo atractivo y productivo que para la creatividad resulta hacer algo que te apasiona.