En una era donde lo inalámbrico parece ser la norma, soñamos con cortar el último cable que nos mantiene atados, el de la electricidad. La compañía uBeam ha diseñado una tecnología para la transmisión inalámbrica de energía. Para ello hace uso de ultrasonidos, esas ondas sonoras de altas frecuencias imperceptibles para el oído humano.

Todo comienza con un emisor, una fina lámina de unos 5 mm de espesor que podría estar ubicada en las paredes de nuestras casas. A modo de altavoz, convierte la electricidad en ultrasonidos que viajan hasta el receptor, consistente en otra fina lámina acoplada a cualquiera de nuestros dispositivos electrónicos. El receptor efectúa entonces el proceso inverso, convirtiendo los ultrasonidos recibidos en electricidad.