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Mariola Sabuco

Ayer me volví a enamorar

La imagen de los empresarios Juan Roig, Vicente Boluda, Federico Félix y Antonio Árias, entre otros, subidos ayer en el tren camino de Tarragona para reivindicar el Corredor Mediterráneo ante el Gobierno central me evocó tiempos en los que los empresarios de la provincia de Alicante pintaban mucho en política, porque querían hacerlo, y usaban su influencia no solo para lograr mejoras para sus sectores económicos, sino también para conseguir inversiones necesarias para todos. Así se construyó el aeropuerto, se gestaron las hoy universidades de Alicante y Elche, Elche Parque Industrial, la Vía Parque y algún que otro hospital. Los políticos locales diseñaban y los empresarios de entonces, hombres en general de una gran personalidad y no menor poderío económico, apretaban a quien hubiera que apretar en aquellas aparentemente anodinas comidas de mesa camilla que se inventaban los viernes para atraer al ministro, al conseller o al presidente de la Generalitat de turno, a las que acudía todo aquél que fuera alguien desde el punto de vista económico y a las que ningún político en activo osó jamás desairar. Vicente Arellano, José Quiles, Isidro Martín, Rafael Bernabeu, Diego Quiles, Francisco Borja, Manuel Peláez, Pascual Ros, Pedro López, Vicente Sala... Ellos hablaban, los políticos escuchaban y las cosas se hacían para el bien de todos. Pero llegó un momento en el que los grandes empresarios, que aún los hay en esta provincia, dejaron de hacerlo, quizá dolidos por la falta de reconocimiento social hacia sus mayores en aquellas grandes inversiones públicas que ayudaron a convertir en realidad. Una verdadera pena. Si tuviéramos ahora más empresarios con esa visión colectiva y deseo de hacer la provincia grande, seguro que las cosas podrían irnos de otra manera. Pero no desesperemos, no todo parece perdido, a falta de empresarios alicantinos que lideren, el poder valenciano, que tanto se ha criticado, parece estar ahí, al quite, para lograr que se concrete una de las inversiones más importantes para el futuro de la Comunidad Valenciana en general y de la provincia de Alicante en particular: el Corredor Mediterráneo. La imagen de ayer de grandes empresarios dejando sus negocios por un día para reclamar un proyecto que debiéramos estar exigiendo todos me emociona, casi como si me volviera a enamorar.

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