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Manolo Alarcón

El incendio útil

El interés que el Consell está teniendo en, digámoslo de un modo suave, acercar a la Vega Baja los beneficios que proporciona el conocer y hablar, en definitiva, el entenderse en valenciano, está siendo inversamente proporcional a la respuesta que le están dando desde los ayuntamientos gobernados por el Partido Popular (PP) y que han encontrado en el borrador del Decreto de Plurilingüismo un «rodillo ideológico» y/o un motivo de «chantaje» educativo. Ambas expresiones han sido utilizadas para referirse a él por la portavoz popular en las Cortes Valencianas, Isabel Bonig, y «defender» con ello a una comarca a la cual visitó menos durante su gestión al frente de la Conselleria de Medio Ambiente de lo que ha hecho el presidente Ximo Puig en año y medio.

El PP quizá tenga razón o quizá no, pero ha originado un incendio que nadie sabe cómo acabará, de esos en los cuales tan bien se desenvuelven los populares y mucho más en una comarca (27 municipios) que se reconoce castellanoparlante, salvo Guardamar del Segura. Cada acción del Consell que «huela» a valenciano, por nimia que sea, va a ser más que cuestionada y vista como un ataque, como una obligación, como una imposición. Ni se han esperado a la aprobación de un decreto que a estas alturas la mayoría de los que reniegan de él ni se lo han leído. El enviar a los ayuntamientos los últimos días la guía Criteris Lingüístics de l'Administració de la Generalitat para su conocimiento por los funcionarios les ha dado otra ocasión a muchos regidores populares para, directamente, tirarla a la basura (previa foto) en un gesto que no tendrá respuesta porque, por mal que le pese al Consell, no hay nadie que dé oportuna réplica en la comarca. Y esto ocurre porque quienes debieran hacerlo están en el fondo de acuerdo, en mucho o en bastante, con el PP. ¿Y qué queda de todo? Probablemente mucho de política útil (para el PP) y problemas a corto plazo (para el Consell) porque nadie le va a aplaudir. Ni siquiera los suyos que ya sufren en silencio un profundo desgaste que sólo es el comienzo. Quizá esto sea gobernar, aunque a uno le quedará la duda de si han llegado a este incendio, simplemente, por su vehemencia o por sus problemas para explicarse, ya bien sea en valenciano o en castellano, que tanto da... menos en la Vega Baja.

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