Los guionistas de Netflix o HBO deberían echar mano del auto del juez Manrique Tejada sobre el caso PGOU de Alicante. Es escalofriante, y no hablo en hipérbole. Intrigas, poder, viajes a Creta, a Ibiza, pagos en metálico, pinchazos telefónicos, alcaldes, constructores, apaños (literal). Cada línea del auto es más escandalosa que la anterior y pone de relieve el dudoso arte de gobernar al servicio del negocio de la minoría y de los poderosos. La democracia rebajada a una simple palabra del diccionario. Qué argumento se perdió el malogrado Rafael Chirbes, autor de «Crematorio».
En algo hemos mejorado en la ciudad de Alicante, al pasar de un gobierno bajo sospecha a un tripartito que, aunque embarullado y surrealista a veces, no se le conocen devaneos con el dinero de la ciudadanía ni juegos del Monopoly sobre el tablero de una capital necesitada de un ordenamiento urbanístico equilibrado y (en otras circunstancias no habría ni que decirlo) honesto. Durante años, y no hay más que leer con deleite las informaciones que este periódico viene publicando sobre el auto judicial que empura a Alperi, Castedo y Ortiz, entre otros, Alicante ha sido una población en manos de la purulencia y la inmoralidad, y hay un magistrado que cree haber reunido las pruebas suficientes como para que unos hechos gravísimos no queden impunes.
Por eso no se entiende la pretensión del alcalde de «pasar página y mirar al futuro». Al futuro hay que mirar siempre, lo que no quiere decir que haya que pasar de puntillas sobre unos hechos de los que se desprende un hedor insoportable a inmundicia. No se entiende, además, si se tiene en cuenta que Gabriel Echávarri es el secretario general del PSOE de Alicante y que el partido está personado en este asunto como acusación particular. En este punto ya se apañarán los militantes de la agrupación, pero no parece ser el mensaje que deba lanzarse a una sociedad que ha padecido los desmanes de un gobierno liderado por cargos públicos a quienes se entregaba dinero en metálico como parte de una trama. La próxima vez que les impongan una multa por mal aparcamiento díganle al policía que pase página y mire al futuro. A ver qué pasa.
