Hay diferentes maneras de llegar a elaborar una obra artística, entre la formación más o menos reglada en una escuela de arte o el autodidactismo, pero todas ellas pasan por la asunción de ciertos referentes. Así en la actualidad los artistas están desarrollando un eclecticismo dentro de los diversos registros del arte conceptual y la instalación, pero también en la pintura tanto abstracta como figurativa.
Es imposible que el arte se dé de manera instintiva, si entendemos esto como una espontaneidad inconsciente. No existe esta posibilidad en la creación, todo está basado en la mirada, en esa capacidad de retener lo visualizado, y en el conocimiento adquirido desde las escuelas de arte, talleres de artistas, o visitando museos y centros de arte, que en la actualidad se han convertido en los divulgadores más importantes de información, poniendo al alcance de todos las obras y las reflexiones que están desarrollando artistas de diferentes lugares del mundo, de diferentes épocas, culturas o formaciones. Frutos María es un autodidacta que atiende, en su formación personal, a la elección del referente, una decisión siempre íntima del que se forma en solitario con una práctica constante que busca conocer, encontrar, el sentido a una manera de expresarse. El trabajo del artista, en cualquier caso, comienza con la emulación de los autores, de las obras, con los que se identifica e integra en su forma de comprender el arte. Modelos que va asumiendo y abandonando cuando estos son contrastados con la propia experiencia. En ese camino de mímesis e integración podemos valorar diferentes grados en la apropiación de experiencias y discursos desarrollados por estos otros artistas y la aportación personal de cada uno. Y ahí está la clave, en alcanzar la intensidad en ese conocimiento de la técnica, para poder expresar una reflexión propia, un camino no de imitación sino de descubrimiento.
En la obra que podemos ver de Frutos María en la Diputación, encontramos sobre todo intuición y ambición por desarrollarse en la pintura, en las diferentes opciones plásticas abiertas por la abstracción expresionista. Otro camino es el de su escultura de la que ya hice un comentario con motivo de su exposición en el Club INFORMACIÓN, en el 2011. Tapies, Kieffer? están presentes en estas obras actuales que tienen como protagonismo la materia, en las que la mezcla de resinas y tierras de diferentes colores, pigmentos, constituye sus mejores piezas. También presenta una especial sensibilidad en obras realizadas en madera, con trozos de maderas viejas, cuyos antiguos usos se reflejan en sus superficies, diferentes texturas, colores, formatos, que unidas dan como resultado un collage plástico en bajo relieve que construye un espacio deudor de los trabajos de Lucio Muñoz, en la estela de Rauschemberg, o de un referente más cercano, Alberto Agulló, perteneciente al Grup d´Elx.
