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Antonio Sempere

Si sirviera

Imaginen a Lorca y a Cernuda con sus poemas escritos en lenguaje no sexista. Menudo horror. Imaginen a nuestros cantautores preferidos, de Serrat a Sabina, cada cual el suyo, traduciendo sus canciones al lenguaje políticamente correcto. Menuda lata. Pues bien, si el especial de José Mota sirvió al menos para que alguien se diese por aludido sintiendo vergüenza ajena por esa cantinela que se nos impone a base de enumeraciones de masculinos y femeninos completamente prescindibles de todo a cien, daría por bien empleados los fastos televisivos de la Nochevieja de 2016.

Que Mota emplease un programa tan icónico para la cultura popular como es el de fin de año para reírse, literalmente, del mal uso del lenguaje que ejecutan los políticos en pro de una mala entendida igualdad, empleando para sus fines a su trasunto de Antonio Hernando, resulta a la postre la mar de eficaz.

Caso de evolucionar positivamente y de que las aguas vuelvan a su cauce (los llamamientos de la Real Academia de la Lengua y demás instituciones no parecen haber surtido los efectos deseados) algún día podríamos rescatar esta pieza cómica como la caricatura de lo que le ocurría a nuestra maltratada lengua. Pero da la impresión de que para eso falta mucho. Aquí y ahora, incluso desde las instancias oficiales, siguen llegando textos que contravienen el sentido común y no quieren saber nada del masculino genérico. Yo seguiré a lo mío. Con mi lenguaje inclusivo. Aludiendo a los espectadores y a los lectores aunque englobe, como es lógico, a las espectadoras y a las lectoras. Esperemos que las aguas vuelvan a su cauce y que estos arrebatos igualitarios se apliquen donde se debe, en la vida real. Sin mancillar el lenguaje. Que no tengamos que imaginar a Lorca y a Cernuda en código no sexista para caer en la cuenta.

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