Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso

El órdago europeo

Rajoy y la tentación de utilizar las elecciones como reclamo

En Europa dicen que Rajoy ha comenzado la partida con un órdago: o presupuesto o elecciones. Unos comicios adelantados, después de un año de parón y un par de tentativas para formar Gobierno, sólo le convienen al Presidente si son madrugadores. Con el tiempo, en cambio, costará adivinarlo. El cumplimiento del déficit que exige Bruselas es una buena excusa para convocarlos pero no lo suficiente para que los electores de este país no vuelvan a considerarse estafados por sus representantes despreocupados del interés general y de la estabilidad. Los votantes han reiterado su apuesta por un entendimiento que los políticos no están dispuestos a emprender, agobiados por el tacticismo e incluso por la propia supervivencia. El Partido Popular se verá tentado, por ese motivo, en más una de una ocasión, a utilizar el botón núclear de las elecciones como reclamo para atraer hacia sí al PSOE y a Ciudadanos, teniendo en cuenta que a ninguno de los dos les interesa por el momento volver a las urnas. Los socialistas, a su vez, creen que ya han hecho todo el esfuerzo que se les puede pedir y no parecen dispuestos a doblegarse apoyando unos presupuestos del centroderecha. La suma sin ellos resulta algo más compleja. Mientras tanto la UE se encargará de ejercer presión. Nadie ha dicho que lo que viene fuera a ser fácil. En España, un gobierno en minoría tendrá que seguir acompasándose a los ajustes que reclama una Europa menos unida y maltrecha que, a sus problemas de siempre, suma ahora el de la revuelta global del populismo que amenaza con derribar el orden y la estabilidad planteando soluciones irreales para ganarse a los votantes. Los nuevos bárbaros y sus fuerzas sucursalistas han llegado una vez más a las puertas de Roma.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats