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Antonio Sempere

Cervantes contra Lope

He asistido al preestreno de Cervantes contra Lope en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Y a medida que la iba viendo (recuerdo que se trata de una TV movie de 90 minutos con un episodio único) reflexionaba acerca de lo que ocurriría caso de emitirse en La 1. Yo mismo me respondía extrapolando con contundencia los hechos que sucedían en la sala de proyección: algunos espectadores impacientes la abandonaban antes de su final.

José Coronado es un Lope apuesto y embaucador, un galán de los de antes. Emilio Gutiérrez Caba es un Miguel de Cervantes envejecido y sabio. Creer que el señuelo que supone el prestigio de ambos actores es suficiente para que la parroquia aguante estoicamente sus disquisiciones me parece pecar de optimismo. La realidad es bien otra. Aclarémonos. Cervantes contra Lope, tal y como lo ha planteado el director Manuel Huerga, sería el equivalente a una entrega de Imprescindibles dedicados a ambos escritores. Ficción al 10% y reportaje al 90%, de lo que se trata es de establecer un atractivo juego de rodaje de falso documental en el que ambas figuras, junto a muchos de sus coetáneos, cuenten a la cámara, o mejor dicho a la reportera (catalana) que les entrevista, los trapos sucios y también los menos sucios de lo que aconteció en las biografías de los protagonistas de la función. Si un Imprescindibles de Soledad Púertolas logra un 1% de audiencia, o cualquiera de los que vendrán, ¿por qué uno dedicado a los ilustres Cervantes y Lope habría de captar más atención? Porque son Coronado y Gutiérrez Caba, me contestarán. Porque se vende como un producto de ficción, de acuerdo. Pero permítanme que hable desde la experiencia de espectador viejo. Si Cervantes contra Lope no se emite en La 2, si se atreven a lanzarla en La 1, pinchará. Ya lo verán. La gente no está para sutilezas.

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