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José Emilio Munera

¿Cuarto poder?

J. E. Munera

Espinosa da el empujón

Cuestionado por un sector de la grada y del entorno, Juanma Espinosa se reivindicó anoche en el Rico Pérez como el gran centrocampista que es. No sólo para llevar «la manija» del equipo, sino también para robar, asistir y marcar un gol pleno de talento y belleza. Liberado de trabajo defensivo por la gran tarea de Checa, Espinosa se asoció a la perfección con su paisano Chechu Flores para descorchar un partido que se le había complicado bastante al Hércules ante un Lleida bien organizado tácticamente. Con las fuerzas muy equilibradas y cumplida la hora de partido, el «8» robó en el centro, filtró un gran pase corrido al «7» y el extremo marcó el primero no sin dificultades en la definición. Apenas cinco minutos después, los dos jiennenses intercambiaron los papeles y, tras una brillante prolongación de cabeza de Berrocal, fue Chechu quien asistió a Espinosa para que éste anotara el 2-0 de la tranquilidad con un precioso regate antes de marcar a puerta vacía. Eran los dos primeros remates del equipo de Tevenet y dos goles al zurrón. Es la ventaja de la eficacia rematadora y de la seguridad defensiva porque el equipo también estuvo muy sobrio atrás -con un notable partido de Rojas- y apenas hizo concesiones a un Lleida que no llegó a probar al portero Chema. Arrancó bien el Hércules con el equipo muy junto en unos 30 metros para defender y la consigna de atacar con paciencia por fuera en el retorno al «once» del extremo Nieto, pero faltó mordiente en esa primera media hora de dominio sin pegada. Los blanquiazules no hacían daño y se fueron apagando en intensidad, orden y colocación. Al punto de que se oyeron pitos en el Rico Pérez al término del primer acto. Cambió la decoración tras el descanso y todo el grupo subió el nivel para dar el empujón que pidió Tevenet en la víspera. Rojas y Bueso se crecieron, Peña se adueñó de su banda y Espinosa dio un recital en la organización con apoyos constantes para un juego fluido y vertical que estuvo a punto de redondear Mainz con el 3-o. Pero si los delanteros no ven puerta, es una gran noticia que los goles lleguen desde la segunda línea para culminar un triunfo que rearma la moral del equipo y la hinchada de cara al decisivo duelo del miércoles en la Copa y marca el camino del papel protagonista que le corresponde al Hércules en la Liga.

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