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Antonio Sempere

Juanjo Ballesta

Qué vitalidad desprende Juanjo Ballesta. Cuánta alegría contagiosa. Cómo abraza, literal y metafóricamente, a todos con quienes comparte ruta en estas trece etapas de 80 cm, en cuya segunda temporada ha sustituido a Edu Soto. El equipo del programa lo tuvo muy claro cuando vieron a Juanjo como invitado en una de las entregas de Cumbres, con Edurne Pasabán.

Y es que Ballesta compendia muy bien todos los requisitos necesarios para ser anfitrión del programa. Que se resumen en uno por encima de todos los demás: ser auténtico y genuino. Nacido en Parla en 1987 y residente en la actualidad en el campo, inmerso en la naturaleza, lejos del mundanal ruido, fue descubierto para el cine cuando Achero Mañas emprendió su búsqueda para encontrar al chaval que encarnara a El Bola, el largometraje que llevó al Festival de San Sebastián en 2000.

Recuerdo como si fuese ayer aquella edición, y muy concretamente la entrevista que realicé al joven actor en la habitación preparada para tal fin en el Victoria Eugenia. Vivaracho, transparente, ya por aquel entonces muy vital, el Ballesta de apenas 13 años era capaz de lidiar con personalidad una promoción de aquella enjundia.

Pasado el boom provocado por el personaje, el actor solamente fue reclamado muy de cuando en cuando en algunas películas, casi siempre para personajes episódicos. En un primer momento se dedicó a otros oficios, aunque siempre quiso volver a este de la interpretación. Hace un par de temporadas lo pude ver en el montaje teatro El nombre de la rosa interpretando al joven Adso. Poco antes lo habíamos visto por televisión en el concurso Splash, ejecutando muy buenos saltos de trampolín. 80 cm es un programa hecho a su medida. Juanjo puede ser 100% Ballesta, y por ello, hacernos disfrutar mucho.

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