Remigio Soler nos ha dejado, y atrás queda su legado de trabajo incansable siempre ligado a trabajar arte. Alicantino nacido en la calle San Carlos de nuestra ciudad pero criado en su querido barrio de Benalúa, realizó todo tipo de trabajos que tuvieran que ver con el arte en el amplio sentido de la palabra. En el año 1959 realiza su primera hoguera para el distrito de San Fernando-Lonja, siendo en el año 1976 cuando decide realizar la última para su querido barrio de Benalúa. Artista de fogueres, imaginero, escultor, en definitiva, un artista que nunca quiso encerrarse en una sola faceta.

Pese a la decisión que tomó en el año 1976, en el mundo de Fogueres lo consiguió todo: plantó hogueras oficiales, consiguió premios de categoría especial y se retiró cuando le pareció, tomando otros derroteros siempre vinculados al arte. No obstante siempre le pedíamos cosas a Remigio, sobre todo colaboraciones para portadas de llibrets.

Personalmente recuerdo con muchísimo cariño el 13 de junio de 2009, cuando fue pregonero de Hogueras con una Plaza del Ayuntamiento repleta de gente para escuchar el pregón de Remigio. Me decía después del pregón lo nervioso que se puso cuando le llamó la ahora exalcaldesa Sonia Castedo y me dijo que la culpa, en broma, era de Nino Llorens, persona a la que Remigio apreciaba mucho. Esa tarde del pregón era todo ilusión y nervios pero la verdad es que este querido alicantino ilustre se ganó a la gente desde el primer minuto. Recuerdo con muchísimo cariño y nunca olvido una de las primeras frases de su discurso cuando dijo: «La noche de San Juan es mágica porque siendo la más corta del año los alicantinos la convierten en la más larga».

Adiós Remigio, hasta siempre. Ayer tarde fuimos a verte Nino y yo, y como ya sabíamos, la gente te quería y el tanatorio estaba repleto de gente. Remigio, gracias por el legado que nos dejas y por tantas y tantas cosas que aprendimos de ti. Gracias y hasta siempre.