Una vez más el calendario y el tiempo han avanzado de forma implacable. Estamos ya mismo inaugurando otra vez otros Juegos Olímpicos, A punto de cumplirse una hermosa realidad para varios miles de jóvenes de todo el mundo que van a recoger el fruto de su trabajo de varios años. Trabajo con éxitos y fracasos pero al fin y al cabo recogiendo el fruto de la constancia, la enorme ilusión de haber conseguido un sueño inigualable, el orgullo de pertenecer a la gran familia olímpica. Otros miles han quedado en el camino por muy diversas razones.

Tal vez sea una adiós definitivo o solamente un «hasta la próxima». No abandones, no te rindas, no digas que no se puede. Otros lo han conseguido y en circunstancias más difíciles que las tuyas seguro. He tenido la suerte de superar enormes dificultades y vivir de forma directa tres citas olímpicas. Merece la pena, merece mucho la pena. Para un deportista es una experiencia inigualable. Si estás en Río disfrutas. Muchos estamos pendientes de ti. Si te has quedado en puertas, no abandones, tendrás otra oportunidad.