El agua es vida, y hablar del agua en Elche, es hablar de la vida y la historia de los hombres y mujeres de Elche que durante años han trabajado, duramente, para convertir una tierra seca y árida como la nuestra, sin recursos hídricos, en el «oasis mediterráneo», como es conocido actualmente Elche.

Fruto del trabajo colectivo del pueblo de Elche por hacer llegar el agua, nos queda como herencia nuestro particular paisaje y gran parte del patrimonio histórico de nuestro término municipal. Quizás el ejemplo más significativo de la gestión hídrica, es la realizada por los árabes, que organizaron los huertos a través de su red de acequias para riego. El aprovechamiento de El Hondo para embalsar agua y la construcción del Pantano de Elche, el segundo más antiguo de España y el primero de Europa de presa cóncava, que fue el inicio para dar solución a las sedientas tierras del Camp d'Elx y cuyos agricultores supieron adaptarse y evolucionar hasta convertir sus cultivos en ejemplo de eficiencia en regadíos.

Llevar agua de calidad para consumo a los ciudadanos ha sido también una lucha constante a lo largo de los siglos. La llegada del agua desde la Fuente de la Alcoraya y los pozos de Aspe fue un hito en nuestra historia como ciudad, una labor destacada del Obispo Tormo, que como reconocimiento de los ilicitanos, hoy preside su retrato en el Salón del Plenos del Ayuntamiento.

La gestión del agua ha sido constante durante la historia. Este mes de julio, hace quince años que el Ayuntamiento de Elche, concienciado con la responsabilidad social y medioambiental relativa a la gestión del agua, decidió crear Aigües i Sanejament d'Elx SA, una empresa experta en la gestión del ciclo integral del agua. Esta empresa mixta, participada mayoritariamente por el Ayuntamiento (51%) e Hidraqua (49%) como socio tecnológico, trabaja constantemente para mejorar la eficiencia en la gestión de los servicios de agua potable, saneamiento, depuración y reutilización de aguas regeneradas.

Desde su constitución, hemos visto como se transformaban día a día nuestras infraestructuras hídricas en dotaciones para una ciudad del siglo XXI. Hoy, podemos decir con orgullo que habiendo aumentado un 25% los abonados se ha conseguido ahorrar en torno a un 20% del consumo de agua, es decir, anualmente se vienen ahorrando unos 3.000.000 de m3, esta cifra representa el consumo anual de una ciudad de más de 70.000 habitantes.

Durante estos quince años hemos sido testigos de grandes obras que se han ejecutado, unas para mejorar el suministro de agua potable y, de este modo, evitar que ninguna gota se pierda por el camino, y otras que han extendido la red de alcantarillado a los vecinos de las pedanías, como las de Perleta, Matola, Bonavista, Torrellano, Valverde o las próximas que conectarán con la red de saneamiento a Peña de las Águilas. Estos proyectos han servido y servirán para vertebrar nuestro término y acercar los servicios municipales a los vecinos y vecinas de las pedanías.

Gestionar el agua también significa, gestionar las aguas torrenciales típicas de la gota fría del clima mediterráneo. En estos meses se está construyendo el colector de pluviales de Carrús, una obra que servirá para canalizar el agua de lluvia y, de este modo, paliar los efectos negativos de las inundaciones que, cada ciertos años, hemos padecido. Es necesario agradecer la compresión de los vecinos y comerciantes del barrio por las molestias, y transmitirles que estas obras nos servirán para estar más tranquilos cuando llueva de manera torrencial sobre nuestra ciudad. Esta obra se suma a las ya llevadas a cabo en Avenida de Labradores, Pedro Juan Perpiñán, Altabix y Ronda Sur.

Evolucionar a una gestión sostenible del agua, no sólo es reducir la demanda del recurso agua, siempre importante en una ciudad sin recursos propios, sino también de regenerar el agua usada para utilizarla para otros usos. Del agua regenerada en las tres depuradoras de Elche se reutiliza el 100%, es decir, el agua que llega a Elche se utiliza dos veces, una para consumo humano y una vez utilizada, la volvemos a regenerar para que ésta pueda ser utilizada como agua de riego en el Camp d'Elx o para el mantenimiento del nivel de agua en las charcas de El Clot de Galvany, un ecosistema único para la protección de la biodiversidad del litoral mediterráneo que es visitado por más de 30.000 personas al año.

El acceso al agua es un Derecho Humano, y una empresa como Aigües d'Elx debe ser permeable a los problemas de la sociedad. En este sentido, hemos prestado una especial atención a las familias numerosas, monoparentales, parados, pensionistas y desde este año víctimas de violencia de género con la aprobación de Tarifas Sociales, para que su situación económica no sea impedimento para el acceso al agua. También, el Ayuntamiento y Aigües d'Elx disponen de un Fondo Social, con una dotación de 200.000 euros, para aquellas personas que por su situación económica no pueden hacer frente a sus recibos de agua.

Debo felicitar a las 126 personas que forman la plantilla de Aigües d'Elx que durante estos quince años han trabajado para facilitar la atención al cliente eliminando barreras, favoreciendo el contacto de los usuarios con la empresa, educando los estudiantes de Primaria en el uso responsable del agua, preocupada por la seguridad y salud de su plantilla, favoreciendo la igualdad entre hombres y mujeres y por supuesto, vigilando la calidad del agua y empleando todos sus conocimientos y profesionalidad para que el agua nunca nos falte en Elche.

Según Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas: «Un agua potable segura y un saneamiento básico son intrínsecos a la supervivencia, el bienestar y la dignidad humana», con esa vital premisa trabajamos desde el Ajuntament d'Elx, a través de Aigües d'Elx, para prestar un servicio de calidad a los ilicitanos.