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Francisco Esquivel

Tiene que llover

Francisco Esquivel

La que le espera al huésped

Si no me equivoco, el primer presidente estadounidense que visitó España fue Eisenhower. Fiel al estilo, Naciones Unidas permitió la entrada de España en su seno por lo que el inquilino republicano de la Casa Blanca no tuvo más remedio que acercarse aquí donde sus bases militares ya contaban con trienios; Luis María Anson se marcó un artículo titulado «Americano estás en tu casa» y varias fuentes coinciden en que el general del Ferrol recibió al mandatario con un chiste: «A un oficial herido en la cabeza al que van a operar le llega un despacho comunicándole el nombramiento de general. Cuando se dirige a ponerse al frente de sus hombres, el médico le recuerda la herida, a lo que el aludido contesta que, para ser general, no hace falta cabeza». Los nacionales más recalcitrantes, que no han dado tregua a Obama poniéndolo verde, son los que celebran por todo lo alto la visita de la mano de un Ejecutivo en funciones y, por contra, movimientos izquierdosos andan preparando protestas ante la presencia del más progresista de los dirigentes de su nación desde hace la tira. Efectivamente, a chistosos no hay quien nos gane.

El huésped, no obstante, también tiene su particular sentido del humor. En abril mismo decidió aplazar el viaje hasta que formáramos Gobierno y, antes incluso de que empezase la campaña del 26J, se confirmó que vendría. Esa velocidad a Rajoy no le va. Por eso la noche electoral Barack debió llamar a Margallo mejor para que le hiciera la disección: «Pues mire, desgraciadamente ha salido todo mejor de lo esperado». Y eso no es nada. En cuanto toque el pelo de la dehesa percibirá que el candidato del pesoe se altera al despedirse de él para irse a Sevilla y que, desde Podemos, han concluído el autoanálisis verificando que lo que le ha cortado las alas ha debido ser esta visita, puesto que es a lo único que aún no le han echado el muerto. Por lo demás, también encontrará a Mariano fastidiado porque, con la ilusión que le hacía, parece que no va a poder hacerse cargo. De la selección, naturalmente.

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