La noticia más llamativa del tiempo actual es la alianza que se ha producido recientemente entre musulmanes y cristianos. Después de siglos de conflictos sangrientos entre estas dos religiones, el abrazo cordial entre el Papa, Francisco, y el gran imán de Al-Azhar, Ahmed El-Tayeb, rector de la Universidad de Al-Azhar, ha llamado intensamente la atención.

Este clima cordial entre el Santo Padre, Francisco, Papa, con el gran imán Ahmed El-Tayeb, fue «más allá de todas las esperanzas», según reconocen todos los asistentes.

La razón es obvia. El Papa anterior, Benedicto XVI, hace ya una década pronunció en Ratisbona un discurso que censuraba duramente los conflictos que se estaban produciendo entre musulmanes y cristianos, con gran daño de los cristianos, en distintos países musulmanes. Esta censura molestó seriamente a los musulmanes. El interés grande del actual Papa, Francisco, ha sido borrar este clima de odios y sustituirlo por el respeto y la cordialidad. El encuentro con los líderes musulmanes ha tomado y sigue teniendo el interés de restituir el respeto, el diálogo y el afecto entre musulmanes y cristianos. Hay que acabar con el terrorismo musulmán y sustituirlo por la reconciliación y el diálogo.

La iniciativa del Papa, Francisco, es acoger, abrazar y dialogar cordialmente con las grandes autoridades musulmanas, promoviendo la paz, y difundir los derechos de todos, musulmanes y cristianos, y que predomine la buena voluntad. Este es el objetivo de la gran alianza que ha promovido Francisco.