Una de las primeras decisiones adoptadas por el gobierno de izquierdas resultante de las elecciones municipales de 2011 en Alcoy fue descartar el conflictivo hotel de la Font Roja impulsado por el PP, proyecto éste que había recibido una amplia contestación social tanto desde la calle como desde los bancos de la oposición. Pero mantener la zona en la que se iba a ubicar, los antiguos chalés del paraje, en su actual estado de degradación, no iba a hacer otra cosa que dar argumentos a los defensores de la infraestructura hotelera. Por eso el proyecto de rehabilitación, que por fin se ha desbloqueado, es tan importante para los actuales gestores del Ayuntamiento. Por eso y también por el evidente hecho de que un parque natural que recibe tantos visitantes no puede permitirse el lujo de tener esta lamentable tarjeta de presentación de edificios en ruina.
