El año pasado escribí que, a un mes de las municipales, me parecía un craso error que el PP se hubiese borrado de la Procesión General: toda la «escuadra» de autoridades fue del PSOE. Ayer, el «nuevo» PP lanzó una contraofensiva, con su presidenta regional a la cabeza, que prefirió protagonismo en solitario el Día de San Jorge, a una nota a pie de página en el de las Entradas. La señora Bonig aprovechó la Procesión de la Reliquia y la Misa Mayor para poner a caldo al tripartito, lo cual me parece fabuloso, pero descortés por el día y sobre todo por el lugar. La víspera, había pululado por la tribuna de invitados y todo lo que había llegado a oír habían sido «elogios» a las fiestas de Alcoy y expresiones corteses, como por ejemplo del muy honorable. Allá cada cual, pero lo que llama la atención es que el mitin fue el mismo que ofreció en la Santa Faz, sin variar ni una coma. Los políticos buscan rentabilidad -Puig en las Entradas y Bonig en la Procesión y la Misa- pero la actitud dice mucho de unos y otros.
