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Mariola Sabuco

Busco hipoteca en Dinamarca

Voy a comprar una casa en Dinamarca. En el más pequeño y meridional de los países nórdicos los bancos te pagan por pedir dinero prestado. Una «locura», según The Wall Street Journal. Una «contradicción», según José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca. Un sueño para el común de los mortales, pedir un préstamo y que el banco te lo pague poco a poco, sin prisas. El tipo de interés en las hipotecas danesas es negativo desde que el Banco Central Europeo puso el dinero a interés cero. Como allí tienen, digamos, otra forma de ser, no se andan con subterfugios, no hay clausulas que permiten que siempre ganen los bancos pase lo que pase y dependan de quien dependan. Las financieras danesas, como cualquier otro negocio, corren riesgos y unas veces ganan y otras pierden. Llevan una temporada perdiendo en esto, pero no crean que los presidentes de sus consejos de administración están de los nervios; lo aceptan dentro del fair play que hasta ahora pensábamos era cosa solo de ingleses. En este momento, en los países de los vikingos, los depósitos bancarios no pagan intereses, (igual que aquí), pero por las hipotecas pagan intereses a los hipotecados, (algo imposible aquí). Por eso, el dinero se refugia en el mercado inmobiliario. Da vértigo, pero es una situación lógica dada la política monetaria europea. También se da en Suiza y Japón. Envidio con todo mi corazón a Hans Peter Christensen quien en vez de pagar intereses por su préstamo hipotecario, recibe de su banco 249 coronas danesas (unos 38 euros) al trimestre. Buscando la fórmula de tener una hipoteca con rentabilidad, compruebo que el precio de los pisos no es mucho más alto que aquí: 833 euros por metro cuadrado por un apartamento de una habitación en el centro de la ciudad y entre 1.142 y 2.620 euros en las afueras. Es cierto que hace mucho frío, pero con un buen abrigo.

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