Es fácil presentar una moción; cualquiera puede hacerlo. Lo difícil es tener memoria. Sedano está muy preocupado por los comerciantes del centro -como la mayoría- y ahora por la contaminación del acuífero del Molinar. ¡Vaya! El exalcalde se ha enterado que las mercancías peligrosas pasan por la antigua carretera, muy cerca -a metros, de hecho- del manantial. Pregunta cuál es el índice de permeabilidad. Si no me falla la memoria, hace una década larga (o quizá dos, el tiempo pasa muy rápido) que hay un informe mastodóntico sobre densidad de las margas y, en consecuencia, de riesgo del manantial: herencia de las cuitas en torno al polígono de La Canal. Pregunta cuánto costaría adaptar los túneles a las mercancías peligrosas. Respuesta precisa, ni idea; respuesta real: una burrada. Imagino que por eso se descartó la eventualidad en su día, por el altísimo coste de las medidas de seguridad complementarias. Pero Sedano era alcalde cuando se pudo alegar contra la barbaridad del puente sobre el manantial del Molinar y el Ayuntamiento no lo hizo. ¿Por qué? Porque por aquellos días el PP gestionaba el Ministerio de Fomento y estaba prohibido no ya oponerse, sino alegar; luego llegó Zapatero, cuando se construyó, y fue muy fácil culparlo de todos los males (en realidad, fue el malo de muchas películas, pero no de ésta). Por cierto, ¿adivinan quién descubrió lo de las mercancías peligrosas? Los de siempre, los más «malos» de todos: La Carrasca.
