No parece que el periodo de consultas abierto por la Generalitat para mejorar el decreto sobre coordinación de la promoción turística en la Comunidad Valenciana haya propiciado el debate necesario para avanzar juntos en un tema básico para el progreso de nuestra Comunidad.

Parece que tenemos dificultades para llegar a acuerdos en los asuntos importantes, cuando para esos temas, en realidad para todos los asuntos siempre que sea posible, es conveniente contar con las opiniones de todos sus grupos de interés para alcanzar la mejor solución o para avanzar con mayor consistencia.

También aquí vuelve a ser cierto, en términos generales, aquello de que «solo avanzas más rápido, pero juntos llegamos más lejos». La cooperación es imprescindible para tener éxito en este mundo global. También en turismo. Por supuesto, sin prejuzgar cuál debe ser el resultado de esa cooperación y la mejor forma de abordar el elemento a revisar o mejorar.

Dicho esto, quisiera aportar una pequeña reflexión acerca del concepto «consenso» tal como se entiende con frecuencia en la sociedad. La Real Academia Española define el consenso como el «acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos», lo que a efectos prácticos en muchas ocasiones se traduce en reducir las aspiraciones de todos los participantes hasta dejar solo los elementos comunes. Es el consenso de mínimos, aquello de «no nos haremos daño, ¿verdad?». Es el inmovilismo, la ralentización y, en este mundo veloz, incierto, extraordinariamente competitivo, casi una garantía de perder el tren del progreso.

Frente a este consenso de mínimos, quisiera poner en valor el trabajo en equipo, entendido como el desarrollado por un grupo de personas coordinado para alcanzar un resultado en el que todos están comprometidos y que mejora sustancialmente las condiciones de partida.

Es cierto que uno sólo puede tomar la decisión más rápidamente, pero perderá matices, obviará conocimiento necesario, reducirá perspectiva y encontrará más dificultades en la aplicación, respecto a la decisión sobre ese mismo tema adoptada por todos los que tienen intereses en la misma. El conocimiento agregado, la construcción de nuevas tesis más elaboradas por el grupo sobre las aportaciones individuales, las posibilidades de anticipar el futuro y, sobre todo, la garantía en la aplicación de las conclusiones comunes, aconsejan, en mi opinión, ese contraste abierto y sin prejuicios para avanzar. El trabajo en equipo que nos hará llegar, sin duda, más lejos y de manera más sólida.

Este concepto de «dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar de resolverlo adecuadamente», como sugiere el título genérico de esta sección, es el que pretendo desarrollar en las sucesivas columnas que espero tener la oportunidad de publicar, con un nexo de unión: la mejora continua de la gestión empresarial con énfasis en el turismo, uno de los soportes económicos más claros y confiables de nuestra provincia. Lo estamos haciendo bien pero eso no es suficiente, tenemos que mejorar continuamente porque los demás lo hacen y los clientes lo merecen. Desde esta sección confío en poder aportar al menos mi pequeño grano de arena.