La memoria es aquello por lo que no solo recordamos sino que interpretamos los hechos acaecidos. Y esta imagen es uno de los más importantes motores de nuestro presente, cuando nuestra existencia, nuestra interpretación de la realidad, por la cual diseñamos nuestras vidas, se ve comprometida, emborronada, por la banalidad de la desmemoria y las fórmulas absurdas del pasado, inentendibles pero sólidas. La memoria es el instrumento con el que podemos con rotundidad hacer vana esa desmemoria. Pero no la memoria que manipula o ha manipulado, la que nos quiere transferir un hecho indefendible, la que trata de matar aquello que presencialmente nos invade y nos lleva a otro espacio irregular, diferente al de la verdad. Y en eso está gran parte de la sociedad civil, requiriendo ese lugar donde reclamar las ofensas, y revertir el ejercicio establecido de la desmemoria.
Nuestra sociedad está reclamado, desde hace ya bastante tiempo, aunque el tiempo no hace siempre bien su trabajo, la consecución de actos que tienen la finalidad de hacernos recordar, revivir, algunos de los actos más viles que en otro tiempo se hicieron. Y en esta labor en la que la imagen tiene una importancia capital, los artistas siempre responden, donando sus obras, su trabajo, quizá para que también esta memoria desmemoriada los recuerde, o los olvide. Sus obras han dado cuerpo y presencia a estos eventos con la idea del mantenimiento de una idea, la de perpetuar, el tiempo que haga falta, la memoria.
La exposición que podemos ver en la Lonja, Cien artistas solidarios. Arte y democracia muestra el fondo de donaciones de la Comisión Cívica de Alicante para la Memoria Histórica, con motivo de instalar una escultura de Sempere en el puerto, como memoria de las miles de personas que tuvieron que huir o fueron recluidas en los campos de concentración. Exposición que está dividida en dos partes, la de obra más antigua, con una primera visión de la pintura, que organizaron sus fundadores, Arcadio Blasco y Mario Candela, con una selección cuidada de amistades, pero también de fieles al juicio de la historia. Y una segunda selección a cargo de Carmen Jorques en la que se muestra su relación con el arte de Alicante en la actualidad.
Valorar, sobre todo, la generosidad del mundo del arte, su deseo de participación en un evento como este, que tanta repercusión debe tener en el ámbito cultural.
Una muestra cuyas obras, no lo olvidemos, son producto del conocimiento del arte y de la capacidad de crear de cada uno de los autores, no condicionados por la materialidad del tema a tratar, sino por la expresión que como artistas deben dar, su propia imagen por encima de otras consideraciones.
