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Marc Llorente

¡Menudo viaje!

Taxi

Teatro Principal de Alicante

De Ray Cooney.

Versión y dirección: Josema Yuste y A. Papa-Fragomén.

Los espectadores están en su derecho y pueden reír y ovacionar lo que les plazca. Ahora bien, la crítica tiene la obligación de intentar poner las cosas en su sitio. ¡Menudo viaje! Para bajarse en la próxima desde las primeras notas de esta partitura teatral. Un vodevil de hace tres décadas, escrito por el especialista Ray Cooney, con los típicos ingredientes de un género que aquí se degrada totalmente. Equívocos, líos encadenados y disimulos infantiles en la versión de Josema Yuste y Alberto Papa-Fragomén, directores del pueril recital con una actualización contaminada por alusiones muy vulgares, chistes malos y efectos cómicos o burlescos que caen en el ridículo. En síntesis, un par de esposas, el amigo y dos inspectores de policía. Uno evoca a aquel teniente Colombo de la tele. El otro, un facha fuera de lugar. Así, los ingredientes casposos y los obsoletos hábitos de la vieja astracanada están servidos más allá del límite y con sal impropia de una comedia de hoy. Josema Yuste airea ciertos recursos de su época de Martes y Trece, y él es el personaje doblemente casado, un taxista de profesión que convive con dos señoras en barrios distintos. Al protagonista le acompañan Alfredo Cernuda, Felisuco, Esther del Prado, Amparo Bravo y Javier Losán. Los actores cumplen en función del texto y de las renovadas situaciones, dejándose conducir por las cartas de navegación y demostrando su capacidad para otros asuntos que no sean un montaje como éste. Que sobresale. Pero no para bien. Josema Yuste se ha dejado caer en la tentación, ha hecho lo que siempre ha querido hacer y no se libra de un menú que sólo digieren los adeptos a estas formas. El mismo espacio vale para los dos pisos. Enamorado de ambas mujeres, está dispuesto a mantener su agitada vida a toda costa. Incluso a pesar de un accidente que lo complica todo. Surgen los enredos telefónicos, algunas picardías o circunstancias como hacer el mariquita, entre otras actitudes de semejante ralea y un final que no desvelaremos. Esto es Taxi, según la adaptación representada en el Teatro Principal de Alicante. Suba usted al vehículo y circule por la ágil ruta que marca el chofer.

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