VIP
Teatro Principal de Alicante
De Ramón Fontserè y Martina Cabanas.
Compañía: Joglars.
Dirección: R. Fontserè.
Desde 1961, la histórica compañía ha dibujado a la sociedad española con su incisivo poder de observación. El padre de Joglars, Albert Boadella, cedió la batuta a uno de sus hijos teatrales, Ramón Fontserè, en 2012, y su influencia continúa latente. Jugar en el escenario sigue siendo una de las vitales razones de ser de estos juglares con el aspecto lúdico o festivo de un teatro visual como arma de atracción. Las acciones y los gestos de cada intérprete constituyen una ceremonia escénica en la que resalta la armonía entre el estilizado espacio, el sonido musical, la luz, el color y el movimiento. De ahí, con un cierto uso de la palabra, se desprende la crítica reflexión sobre la manera de educar a los niños basada en la sobreprotección o la falta de disciplina con las consecuencias que eso supone. El sugerente diseño antirrealista se refuerza con los micrófonos que utiliza el club de los cinco actores cuando toca, asumiendo una amplia galería de personajes interpretados por Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Xavi Sais, Xevi Vilà y el propio Fontserè, director del montaje y uno de los creadores del integral espectáculo junto a Martina Cabanas. La dramaturgia no cae en la ridícula parodia y se compone de una serie de pasajes extraídos de la realidad. El arte del actor, marca de la entrañable casa Joglars, satiriza y recrea sensaciones y sentimientos. Tejen las escenas los embarazos, los cordones umbilicales, el parto y el mundo de la gente menuda, excesivamente mimada y con el protagonismo de los videojuegos y los móviles. Siempre impresionan las notas musicales de Así habló Zaratrusta, y el profesor queda a merced de las criaturas con el menosprecio de los padres. La obra no pretende moralizar, sino exponer ligeramente. Del autoritarismo se fue pasando a la discutible utilización de la libertad. Y no debemos hablar mucho de abundancia. Ni siquiera en las sociedades desarrolladas, ya que la pobreza infantil galopa y corta el viento. VIP tiene altibajos. Momentos que se estiran y pierden algo de fuelle. Puede que Joglars no sea lo que ha sido, pero alienta los inteligentes y amplios recursos de un teatro popular y de investigación.
