Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crónicas precarias

Guía breve para seguir la noche electoral

Por si alguno de ustedes ha pasado los últimos meses en la tundra siberiana, le pongo al corriente: ahora la política está de moda, es guay, es cool, es tendencia. Todos fingimos ser politólogos. Así que, si quiere triunfar en sociedad y convertirse en el más moderno de su barrio, más le vale realizar un seguimiento de la noche electoral por todo lo alto. Pero no se angustie, aquí encontrará una breve guía con los asuntos esenciales a considerar para que la velada sea un éxito.

En primer lugar, debe elegir cuidadosamente a las personas que le acompañarán. No vale cualquiera. Aunque usted ha visto la luz y se ha convertido a la secta de la política hogareña, es probable que sus amigos no estén por la labor de terminar el domingo viendo recuentos y comentando porcentajes. Ellos se lo pierden. Si de verdad quiere exprimir al máximo el evento, necesita a gente tan motivada como usted.

¿Tiene compañeros afiliados a un partido? Prohíbales hacer proselitismo durante esta noche. La campaña ya pasó, hemos venido a jugar. Deles una cerveza y galletitas saladas y acarícieles el lomo para que se calmen.

Pasemos a un tema crucial de la velada: zampar. No sea rácano y hágase con víveres abundantes y de primera calidad. Llene su despensa de salchichón del bueno, aceitunas rellenas, berberechos de marca y todo lo que la sección de aperitivos del supermercado tenga que ofrecerle. La noche es larga y por muy experto en la materia que sea, resulta difícil opinar sobre el reparto de escaños con el estómago vacío.

Una vez aseguradas las provisiones, debe establecer el medio por el que se seguirán los resultados. Una lucha encarnizada por el mando del televisor hundiría el festejo. Recurra al asamblearismo en su salón, trate de llegar a un pacto o imponga su voluntad, que para algo la casa es suya.

No pretendo estimular el alcoholismo entre los lectores, pero cualquier noche electoral que se precie debe contar con su juego de chupitos. Si es abstemio o va a conducir, sustituya las bebidas espirituosas por refrescos. Lo importante es establecer las normas que regularán el bebercio. Por ejemplo, todos los presentes se lanzarán a por un chupito si algún comentarista habla de «la fiesta de la democracia» o de «un gran pacto de Estado». Habrá que proceder de igual modo cuando un periodista señale que hay «caras largas» en la sede de un partido con malos resultados o recuerde que «la jornada ha transcurrido con total normalidad».

Tocará ingerir un chupito doble cada vez que se escuchen expresiones como «la verdadera encuesta son las urnas» o «son las elecciones más importantes desde la Transición». La misma situación se repetirá si todos los candidatos aseguran haber ganado o afirman que «ahora toca trabajar para la ciudadanía». Si en una hora no está borracho o con la vejiga muy llena, algo está haciendo mal.

Por último, hay dos acontecimientos que resultan mucho más entretenidos con una cuenta de Twitter al lado: Eurovisión y las noches electorales. Si no está familiarizado con esta red social, es el momento de hacerlo. Piénselo, miles de desconocidos compitiendo por ser los más ingeniosos y certeros en sus comentarios. A lo mejor incluso encuentra amigos tan chiflados como usted. ¿No es maravillosa la fiesta de la democracia? (Sí, ahora toca chupito).

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats