El Consorcio de las Comarcas Centrales, un organismo nacido para el desarrollo económico y social de un territorio a caballo entre Alicante y Valencia con muchos intereses comunes, acabó feneciendo a causa de los enfrentamientos políticos. Ahora que de nuevo se abría el camino a la cooperación territorial, no era para nada de recibo que las hostilidades que en su momento acabaron con el organismo se pusieran de manifiesto otra vez a las primeras de cambio. Por eso hay que saludar que las asperezas entre el Consell y los municipios, o lo que es lo mismo, entre Compromís y el PSOE, se hayan limado, y que todos a una vayan a trabajar por conseguir el objetivo que de verdad interesa, y que no es otro que terminar con la discriminación que viene sufriendo este territorio.
