La irrupción de las llamadas fuerzas emergentes (Podemos y Ciudadanos) ha provocado reacciones contrapuestas en los partidos tradicionales. A grandes rasgos, Podemos ha centrado al PSOE, mientras que Ciudadanos lo que ha hecho es radicalizar al PP (de ahí los Albiol o Bonig, representantes de la línea más dura del partido). No les aburriré repitiéndoles cifras y porcentajes que todos tienen a su alcance tanto en la edición impresa como en la digital de este periódico, pero la encuesta que durante estos días estamos publicando los periódicos INFORMACIÓN y LEVANTE-EMV, cabeceras ambas líderes en sus ámbitos y editadas las dos por el primer grupo de comunicación en la Comunidad Valenciana, certifica la dinámica, en negativo para el PP, en positivo para el PSOE, que este fenómeno está provocando. Los populares caen, ya se pregunte a los electores por unas elecciones autonómicas como por unas generales, que son las que están a la vuelta de la esquina, mientras que Ciudadanos crece con fuerza y se sitúa ya claramente como tercera opción política gracias al tirón de Albert Rivera y su empuje en las elecciones catalanas. Es curioso, además, que pese a las andanadas lanzadas por su portavoz en las Cortes contra la dirección de Cs en Alicante, es en esta provincia donde obtiene el mejor resultado. Ese escenario, en el que Cs capta todos los días votos del PP, no va a cambiar, sino que irá a más. En cuanto a la izquierda, aunque lentamente, el PSPV obtiene réditos de la presidencia de la Generalitat mientras Compromís no capitaliza en la misma medida su éxito en las pasadas autonómicas. Podemos se desinfla, pero la encuesta apunta a que aritméticamente la alianza entre Compromís y Podemos sería rentable para ambos. Otra cosa es si políticamente esa alianza, sobre todo para Compromís, no resultaría pan para hoy y hambre para mañana. Esa es la cuestión y sobre eso esta encuesta da alas tanto a los que rechazan el acuerdo como a los que lo buscan.
