Parafraseando, aunque de otra manera, a una folclórica española quiero decirles a los ciudadanos españoles que viven en Cataluña: si os queréis, quedaros. Lo he manifestado en diversas ocasiones, pero voy a expresarlo una vez más. Entiendo que haya sentimientos de catalanes cuya intención primaria sea la de construir un Estado independiente, pero no es menos cierto que hay otra mitad de ciudadanos en aquella comunidad autónoma que se sienten catalanes y españoles, y este sentimiento es tan legítimo como el de aquellos que pretenden lo contrario. España y los españoles queremos, demandamos, una democracia más participativa, donde haya una mayor capacidad de decisión por parte de las personas. Esto es verdad, pero hay algo que nadie puede obviar: que todo lo que se haga en un Estado de Derecho como es el nuestro tiene que ejecutarse dentro de la ley y nadie puede, de manera unilateral, saltarse la legalidad vigente. Es una insensatez y una irresponsabilidad, y tanto el señor Mas como el señor Junqueras -artífices del planteamiento secesionista de Cataluña- lo saben. El tic tac ha comenzado en un reloj virtual de difícil y controvertida parada.

Tampoco quiero dejar pasar esta ocasión para profundizar, una vez más, en los motivos que políticamente nos han llevado hasta aquí. ¿Por qué nadie se para a reflexionar sobre el daño que el PP ha hecho a Cataluña, a los catalanes y a los españoles al recurrir el Estatut de Cataluña ante el Tribunal Constitucional y que supuso la anulación de parte de ese Estatuto? ¿Qué hubiera ocurrido si Rajoy no hubiera puesto ese recurso de inconstitucionalidad? ¿Estaríamos hoy en este callejón sin salida? Yo creo que no. Los catalanes estarían bajo el paraguas de una nueva norma autonómica, con un texto apoyado mayoritariamente en el Parlament, y nadie, desde posiciones cuasi mayoritarias, estaría planteándose salir de España y, consiguientemente, de Europa. Por cierto, ¿qué tienen que hacer aquellos ciudadanos catalanes que quieren seguir siendo españoles dentro de la nación España si el día 27 gana la formación que conforma la ruptura y la soberanía? Señor Mas y señor Junqueras su propuesta tiene un alto grado de riesgo, de ruptura entre ciudadanos y de quiebra total en una sociedad donde llevan una legislatura sufriendo los recortes en sanidad, educación y dependencia -como en el resto del país- por parte de un govern que lo ha apostado todo a una sola carta. Es una sociedad, la catalana, con más desigualdad, más carencias entre las capas medias y bajas y donde la solidaridad y la caridad suplen la inacción y la pasividad de unos gobernantes más preocupados por la deriva secesionista y los presuntos casos de corrupción.

¿No le preocupan al líder de Esquerra Republicana, señor Oriol Junqueras, los casos de supuesta corrupción que se están investigando por la justicia y que afecta al partido del señor Mas? ¿No tiene nada que decir de los índices de desigualdad creciente en Cataluña y donde la responsabilidad recae en el president Mas? Por cierto, esa desigualdad que se percibe en Cataluña y en el conjunto de España es objeto de análisis por parte de Oxfam Intermón y su informe es demoledor: nuestro país es uno de los países de la Unión Europea donde más ha aumentado la desigualdad. España ocupa el cuarto lugar en desigualdad, tal y como quedó reflejado en un artículo publicado el pasado domingo en el diario INFORMACIÓN.

Los políticos centralistas y de la periferia, con perdón, deberían tomar nota para solucionar esta brecha social entre los más ricos y los más pobres de nuestra sociedad. Oxfam Intermón relata entre las causas del incremento de la desigualdad en Europa las medidas de austeridad aplicadas en la mayoría de los países europeos. Los ciudadanos de Cataluña tendrán que decidir, el próximo 27, si quieren seguir con un gobierno que ha hecho recortes en sanidad y educación, que ha olvidado a las personas y que quiere imponer unilateralmente la secesión de una parte del Estado español. Ni más ni menos.