Santiago Tabernero volvió a la que fue su casa durante tantos años, Días de cine, espacio del que fue redactor fundador hace casi 25 años, cuando lo dirigía el ya fallecido César Abeytua. Confirmada la no renovación para la próxima temporada de Alaska y Segura, en ninguna de sus variantes, Tabernero se ha refugiado en uno de esos oasis que hacen a la televisión pública muy grande.
Su bautismo en esta nueva etapa giró en torno a lo último de Julio Medem, ma ma. Una pieza que no era precisamente fácil de lidiar. Tengamos en cuenta que se trata de una película que ha dividido a la crítica, por no decir que ha decepcionado a la mayoría, pero que está participada por TVE, amén de suponer el regreso de Medem después de seis años en barbecho y algún que otro proyecto frustrado. Con todos esos condicionantes Santiago Tabernero supo trenzar una pieza a la altura de las circunstancias. Y, de paso, puso voz a M. Night Shyamalan, en el reportaje sobre el estreno de La visita realizado por Alejo Moreno, otro grande.
Perdonen mi emoción indisimulada hacia este programa. Pero es que con toda la que está cayendo en las inmediaciones de Prado del Rey y Torrespaña, que un programa de tantísima calidad sobreviva, que haya recuperado a partir de esta entrega los 60 minutos de duración, y que nos ofreciera un sumario tan excelso, es motivo de celebración. Puede que muchos se lo perdieran dado que acabó a las 2 de la madrugada. Pero que sepan que es televisión de primera calidad. Enhorabuena, Gerardo Sánchez. Por si fuera poco, el mismo jueves arrancó la temporada de Cronicas con un reportaje de primera. La luz de Antonio reflejó con una belleza inusitada la obra de Antonio López a través de la de su mujer, la pintora María Moreno. Un lujo tras otro.
