Mira que sois tontos, elegís a los más tontos de los ejecutivos que os representan, y el segundo premio de los tontos queda adjudicado a los inútiles que henchidos de prepotencia abandonaron abruptamente una reunión que ellos habían solicitado de modo urgente, cuando unos fotógrafos de medios de comunicación varios entran en la sala para dejar constancia pública de una reunión y de su necesaria transparencia pública, y ojo, sin zancadillas a lo húngara en su carrera hacia la puerta de salida. And the winner, ganador, aspirante al título del más tonto de los tontos encima se deja el maletín entre sus piernas, intuyo que temblorosas, y tras una taquicardia aguda tiene que volver a pedir, no sé si por favor o no, a que le devuelvan dicho objeto olvidado del cual nadie invadió su intimidad aunque se lo mereciera. Lo dicho, cuando el tonto pilla la linde o se acaba la linde o revienta el tonto. Sugiero a la multinacional que les destinen a Alaska para venderles a los esquimales alacenas para igloos, ah, y un curso acelerado de buenas prácticas mercantiles con pingüinos.
Alabo que el Ayuntamiento no se opusiera y accediera con rapidez a una reunión inesperada que la multi poco menos que exigía, comprendo que se ajustaran las agendas y se buscara un hueco para lograr sin daños de fuego amigo que los suecos sigan aumentando su beneficios y nos queden una migajas de unos cuantos puestos de trabajo, bien necesarios, más no entiendo la ofensa que IKEA ha hecho a esta ciudad, no digo que hayan despreciado al gobierno local y hayan zaherido la voluntad popular que decidió quién hoy toma las decisiones, es aún peor, sino que consideren que pueden dominar a una ciudad con su imagen de marca, lo que han hecho no es sólo una cuestión de mala educación, que lo es, sino una atropellada decisión empresarial que deja aún en peor lugar a los cenutrios que han ofendido al Alcalde de mi ciudad y a sus dos compañeros de viaje que hasta ahora no han cometido más que un par de pecadillos veniales, los justos hasta que adquieran la experiencia. Cuando se adquiere el poder, entra el miedo, la mesura y más allá el buen juicio, del que no dudo será la línea de los próximos cuatro años. Gobernar es como la democracia o el matrimonio, algo que hay que conservar aunque haya que pagar ciertos precios.
Para los que no saben de lo que estoy hablando se lo resumo de modo sencillo, IKEA compra unos terrenos en un lugar al norte de esta ciudad, legítimo, sólo faltaba, y en torno a dicha compra se articula un procedimiento urbanístico que intenta permitir su implantación en nuestra ciudad. Hasta aquí creo que poca gente podría oponerse a este proyecto aunque el trascurso del tiempo ha puesto de manifiesto que el comercio local, y las comunicaciones hacia y desde San Vicente y la circunvalación de Alicante podrían ser serios obstáculos para una adecuada implantación inerte y no dañina en nuestro entorno.
Las declaraciones de una reunión con el portavoz de Ciudadanos en un despacho de abogados tras abandonar la reunión los tontos, ponzoñoso es poco para su definición, y más para decir que no renuncian al ATE, ni a RABASA, ni al macro centro. Echo en falta que dicho portavoz hubiera declinado la invitación a reunirse tras el desaire gratuitamente endosado a la Corporación.
Pero la mayor de las tonturas es la declaración de uno de los próximos vecinos de Alaska de que las plusvalías generadas por la implantación de un IKEA en Alicante le corresponde a IKEA y no a los vecinos de esta plaza. Lamento que sean tan lerdos, a ustedes sólo le corresponden los beneficios de su negocio, los muebles, y bien que se los ganan a pulso, pero el resto no puede ir en contra de los que viven y trabajan en Alicante, no se pueden cambiar puestos de trabajo debidos a la construcción del centro y posterior apertura del negocio por el cierre de negocios de autónomos al que se verían abocados si se autoriza el macro centro.
Sugiero a los suecos que cambien el objeto social e incluyan uno nuevo, pelotazos por apertura de nuevos centros. Lo dicho, que van a un concurso de tontos y encima quedan los últimos.
